Tu piel me devolvía algo antiguo y el olor de tu pelo me sigue oliendo a enamorado. Las aceras siguen teniendo la misma querencia de tus pasos tranquilos. Parece que el tiempo ha acunado dos corazones que se duermen en la calle. Los días iguales esperan un sonido más fuerte que esta composición de la sangre. Somos lo que no tenemos la mayor parte del tiempo porque desear y errar es humano, muy humano. A dos horas en tren hay una playa y un destino que ya no es atractivo porque el sol se ha inclinado y no da calor suficiente. Es octubre, es muy tarde en el reloj. La gente ya no se moviliza para cumplir un sueño.
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