viernes, 28 de febrero de 2025

 No importa tanto la situación económica de una persona como su estado espiritual, sus ocasiones para reír o charlar con su semejante, expandirse amistosamente con sus vecinos. Reír un rato de algunos chistes es muy oxigenante, da oxígeno al alma. Pero parece que reír y charlar, en este mundo de hoy, no está muy extendido. Así esas caras largas, ese mirar de ido en las personas con las que me cruzo. La gente está quemada de oír siempre las mismas noticias. Creo que en el telediario deberían dar una tregua y dejar de contar noticias tristes, deberían contar, entre medias de tanta desgracia, cinco o seis noticias alegres, bonitas, gustosas. La tele está siempre con violaciones, robos, muertes. Qué asco. Para ser un servicio público dan asco las noticias que cuentan con la de noticias extraordinariamente humanas que hay todos los días en el mundo. Debe de ser una consigna: apabullemos al ciudadano con extremas historias tristes y así le tenemos agilipollado y melancólico. Este sistema debería cambiar.

Un sucedido desdichado:

siempre en el telediario un sucedido desdichado o un montón de ellos.

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