De la luna de lo que sucedió, hablarán, triste o alegremente, las hojas del calendario. No somos nadie ni aquí en la Tierra ni cuando damos el último suspiro. Lo que nos pasa nos pasa a pesar nuestro. No intervenimos en nuestro accidente, aunque Cervantes dijo que somos nosotros los que fabricamos nuestro destino. Muchas cosas de las que nos pasan son ajenas a nuestra voluntad. Podemos poco en este mundo. Pero debemos tener la sensación, según Rojas Marcos, de que dominamos lo que nos pasa. Es como conducir un coche. Debemos tener la idea de que sabemos interpretar las señales y acontecimientos que están delante de nosotros en la vía. La vida es muy tozuda y todo se repite. Debemos hacer para que se repita lo bueno, no lo malo.
El calendario marca unos días.
Días malos, días buenos.
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