miércoles, 5 de febrero de 2025

 Ya decía el arcipreste de Hita, allá por 1400, que el hombre y la mujer a todas horas quieren "facer esa locura". Los animales tienen su temporada de celo pero el ser humano jode a todas horas. Quiero decir que no tiene temporada de celo impuesta. Este estado de cosas supone un cataclismo en ciertas personas. Y el "Libro de Buen Amor", que escribió este arcipreste, se basa enteramente en esta peculiar característica del ser humano. Así que yo creo que el ser humano debe andar con cuidado. Cuántas ruinas de la persona han venido por este hecho idiosincrático del ser humano. Y cuántas y cuántas historias verídicas o de ficción llevan este tema entre sus páginas. Reyes, caballeros, aristócratas y gente del común se han visto afectadas por esta forma de ser del ser humano. Cualquiera, por unos minutos de satisfacción erótica, puede caer en su ruina personal en cuestión de días, unas semanas o un puñado de meses.

El ser humano se topa con muchas trampas en la vida.

Una de ellas es el placer sexual indiscriminado.


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