Ahora dice mi hermano que quiere tener un gato. Los gatos son muy evasivos, no hacen caso de nadie. Los gatos dicen que son muy inteligentes y muy independientes. La vida de los gatos no hay quién la entienda. Tengo sucia la mesa del escritorio. No estaría de más limpiarla un poco. La tengo llena de papeles y libros. Tengo en la mesa del escritorio un libro sobre Virginia Wolf, que fue muy feminista y bastante rara, la verdad. El túnel del deseo yo ya lo recorrí. Ahora, en mi vida, ya no hay ni túnel ni camino del deseo. La luna y el sol se suceden, la Tierra se sucede. Todos, parece ser, nos sucedemos a nosotros mismos hasta que hincamos la tea.
No hay que ser gafe.
Hay que creer que vivimos bien.
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