El pez grande se come al chico y el tiempo se come las horas; a veces, se las traga con huesos y todo. No damos para más que para ver pasar el tiempo. El tendero espera, el panadero espera y el viandante espera a que se hagan las dos o las tres. Llevo una semana penosa que no termina de pasar. Hoy por fin es viernes pero a mí me da igual. Yo no acabo semana laboral ninguna, yo no llego a casa y descanso. Yo solo veo las cosas que pasan y me horrorizo. Pasan cosas gordas.
La vida es un espectáculo al que no estamos invitados pero nos hemos colado o nos han colado y hay que presenciarlo. Ver cómo otros hacen el indio me sofoca y me llena de tensión.
En fin, la cuestión es ver o no ver lo que pasa a mi alrededor. Lo que pasa a mi alrededor no depende de mí, pero me afecta. No quisiera contemplar cosas feas pero ya las estoy contemplando.
Todo se lo lleva el tiempo. Lo nuevo, a los diez días, ya no lo es. Pero la maldad permanece.
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