domingo, 17 de julio de 2022

Un detective en apuros pudo al final desvelar quién fue el asesino de la mujer casada con el directivo de Telefónica. Fue el directivo de Telefónica. Como era muy poderoso, el directivo pudo poner todas las trabas al detective pero este averiguó la verdad. Entonces, el sabio se sentó a la sombra del árbol y dijo: Todos pasaremos, nadie se quedará. Y luego se levantó y comió unas hierbas y se iba preguntando si había otro sabio más pobre y triste que él. Halló la respuesta viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él arrojó.


Un hábito viejo no lleva botones de oro.

Hábito vale por costumbre o atuendo. Cuando llevamos mucho tiempo haciendo lo mismo, esto que hacemos pierde valor. 

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