Paco está obsesionado porque tiene un tapón en un oído. Como buen enfermo imaginario o hipocondriaco dice que se le va a pasar al cerebro o que tiene otitis, etc. Hasta el martes no le quitan el tapón así que no hay manera de contar con él para nada. También temía que le dieran cita para dentro de 15 días y estaba que echaba los dientes con el asunto este del oído. Compró incluso en un herbolario un aceite especial que le salió muy caro. Ha estado medio deprimido, callado y ausente durante cuatro o cinco días hasta que lo ha contado, lo del oído. A mi hermano hay que entenderle. A veces se pone en este plan y, como la última vez, que se compró un gorro de plástico para ducharse y se tapaba en casa el oído con una gorra de lana. A mi hermano se le junta la enfermedad con la hipocondría y entre las dos le vuelven la cabeza loca. Todo es hasta que lo cuenta y acepta consejos pero mientras, lo pasa fatal él y yo por su mutismo y su locura de enfermedades (se cree que las tiene todas). De hecho, está convencido que ha pasado el covid persistente y lo dice tan tranquilo.
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