He visto una película en la que un policía mata a su mujer porque le estaba engañando con otro. Mata también a una mujer que averigua una pista sobre el asesino. Y casi mata al marido de la protagonista, lo que pasa es que el golpe con la llave inglesa no da resultado. Así ha sido la peli de hoy sábado. A ver cómo es la de mañana domingo. Luego he ido a comerme un helado (lamento gastarme el dinero) y he notado que hace un calor de la ostia en la calle.
Era un chico muy callado y tímido y raro e introvertido que se casó con una mujer de la misma índole. No iban a los bares pero sí que tuvieron un hijo. El hijo era la alegría de la casa pero el carácter de los padres hizo que a este niño le saliera una mueca de aburrimiento que llevó hasta la tumba.
Es mejor mal entender que mal decir.
A mí, a veces, me cuesta entender a la gente que no habla pero no les digo cosas malas. Paso de ellos como el agua del río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario