miércoles, 20 de julio de 2022

Eran una pareja ideal, se llevaban muy bien. Se repartían las tareas, pero fumaban. Hablaban mucho de eso, de fumar y de dejar el tabaco, pero nunca lo hacían. Les gustaba mucho fumar. Se fumaban los dos paquete y medio de tabaco. Hasta que un día, decidieron dejar de fumar los dos a la vez. Y lo hicieron, pero a la semana de dejar de fumar volvieron. Eran una pareja extraña, no muy divertida, a la que los sucesos les iban superando de un tiempo a esta parte. Un día, decidieron irse a vivir a un  pueblo de la serranía de Cuenca y allí viven ahora, fumando y esperando, esperando...


Unos tienen la suerte y otros la miran.

Es así. Hay gente con suerte. Y mirones de la suerte, por desgracia, hay muchos. La suerte ni se sabe por dónde viene ni en qué casa se queda a vivir.


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