Ya están cocinadas las lentejas. Recuerdo otra novela de una pareja de escritores alcohólicos que no escriben nada y bajan al sótano del chalet a beber. A beber licores fuertes, como güisqui y ginebra. La novela acaba como empezó: bebiendo los dos a la vez y con un futuro muy negro para los dos. Las lentejas tienen un poco de todo: pimentón, vino blanco, un poco de pimienta y un poco de romero. Y los chorizos. Y a comer. Llueve como si no lo hubiera hecho nunca, que casi es la realidad. Se llenarán los pantanos y las tierras sembradas de cebada o de trigo. No dan ganas de salir a la calle. El cielo nublado asemeja una eterna noche. Los políticos, a lo suyo: a enredarlo todo un poco más y luego, no arreglar nada.
Olvidad la política
pero no olvidéis a los políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario