Hoy es más difícil pensar cosas bonitas. Me arrulla el sol tibio y una nube solitaria. Podría cambiar mi mundo si sueño contigo. Esta seriedad del día me advierte de la mañana. No oigo en el día más que voces antiguas. Camino por la mañana, camino por la tristeza. Luego me recibe una tarde callada. Soy ese joven que transitó las letras. Pasó el tiempo, pasaron mediodías. El pájaro azul hizo mella en mi mente. Y ahora canto tras el recodo de la amistad los versos de mi conciencia.
Esta iluminación de la materia
no tiene fin pero mis ojos, un día, le dirán adiós.
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