Hay una canción que se llama "señora azul", que va de una persona que, por su personalidad tan rara, no puede querer a nadie. Ese es el castigo que tienen algunos individuos que piensan en manipular más que en demostrar su amor a los demás. Es raro lo que dice Rojas Marcos en "Nuestra felicidad" sobre los cuidados paliativos de los moribundos porque los asemeja a un nacimiento por la calidad de sentimientos que provoca este paso al otro mundo de una persona. Yo no creo así. Mi madre murió y no sirvió para unirnos a los que formábamos la familia. Más bien, para manifestar desavenencias entre los familiares como hicieron una parte de mi familia con respecto a mi padre. Cacemos el buen soñar del hombre, cacemos la alegría de vivir, cacemos la palpitación de la sangre. Los psiquiatras escuchan al paciente y dictan una pauta de medicamentos o de comportamientos a seguir. Nuestro paso por el mundo es absurdo muchas veces, no entendemos qué hacemos en él. ¿No ha pensado esto alguna vez cualquier persona? El que da sentido a la vida es el amor de los demás o el amor a Dios, que nos espera más allá de la muerte.
Voy a esperar un poco a que se ponga el sol
y ya me cuidaré de que mañana no tenga la mancha de ayer.
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