He leído a Valerie Despontes. Eran cartas que se lanzaban un escritor de éxito y una actriz. Hablaban de feminismo pero sobre todo, de drogas. Que si uno quería estar limpio y la otra, también. Ha sido un poco rollo la lectura pero he aprendido algunas cosas. Ahora me estoy leyendo una novela de una chica que empieza trabajando en una galería de arte pero no puede seguir. Está muy bien. Hay descripciones y cosas entretenidas, anécdotas para reír, un desastre la pobre chica que sale contando su propia historia. Se quedaba dormida en la galería de arte. No sabía gestionar los encargos. Bueno. La novela es buena y seguiré leyéndola.
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