El perfeccionismo es un lastre que acompaña a aquellas personas que piensan que sus obras siempre están mal hechas. El perfeccionismo puede llevarlas a la inmovilidad y al fracaso. Mi madre era perfeccionista en la cocina y en todo quería que todo saliera bien, conforme a las partes y al decoro. Pero todo no podía salir como ella quisiera y así, se frustraba demasiado. Me estás robando hasta el primer cultivo. Yo, que me fiaba de ti y tú haciendo de tus manos avaricia pura. No os preocupéis nunca de lo que vuestro corazón ha dicho. Lo que decimos con fe y alma puestas en el tablero, no nos debería dar quebraderos de cabeza sino que nos debe enorgullecer y debemos sentirnos bien de lo expresado. El corazón vale más que todas las gramáticas.
Siempre anhelaban futuro, con deseos de mejorar
y caminar la vida con su punto de altivez.