Que Sánchez ha tenido una forma muy peculiar de hacer política, a la que se ha dado en llamar sanchismo es casi obvio. Aunque los de izquierdas no quieren ni hablar de ese término. Que Sánchez ha mentido reiteradamente a la población española también es obvio. No merece la pena poner ejemplos. La gente ha acabado harta de mentiras y sanchismo. Esto también es cierto, obvio, ya visto el 28M, en clave de personas, no en clave de localidades. Pues ya solo queda el último empujón para que Sánchez sea muerto y enterrado políticamente. Sánchez podrá salir en todos los medios que quiera, que ese esfuerzo no limpiará sus obvias mentiras. Y al que le parezca que no ha mentido y no ha hecho un uso torticero del poder, que le vote.
El mar me dice que hay una presencia
de luces, olas y arenas encendidas.
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