Cuando una persona violenta la intimidad y la casa de otra persona, ambas quedan marcadas. Pero ya se sabrá todo después, cuando haya que juzgar a la persona que hizo daño a la otra. Habrá un juicio, en el que creo firmemente, en el que los soberbios caerán de donde se han ensañado con los débiles. El verano pasa, no hace excesivo calor. La gente hace cosas a la gente, Dios lo ve, Dios lo juzga y al brotar los higos a la higuera, no se apiadará de los que han desatado el miedo y la intranquilidad en los demás. Paco está en el comedor, las gallinas en el gallinero, los tomates cuelgan de las tomateras y la vida cuelga del hilo de la muerte. Cuando muramos, una losa fuerte caerá sobre nuestro pecho y nos atenazará, nos impedirá ya estar con los vivos e iremos cada uno al destino que nos impondrá el Ser Supremo.
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