Esto de estar esperando a que un escrito, una novela, repose porque ya nada era posible hacer con ella más que obsesionarme y no salir nada a derechas es muy desesperante. El consejo lo vi en internet y decía que lo mejor para valorar una novela es dejarla durante un tiempo y después ponerse a buscar fallos o reformarla o retocarla o como se diga.
Voy a aburrirme a base de bien hasta que vea el momento de leerla de nuevo de principio a fin y ver qué es lo que vale y lo que no y qué hay que cambiar en esa novela que mala no es, sino que no es buena del todo.
He pensado retomarla después de Navidad. Estas Navidades han venido más tristes que una guitarra vieja. La gente no compra lotería, no canta villancicos, no hace nada navideño, como no sea comer turrón a deshoras.
Es una pena ver las calles vacías a las siete de la tarde. Yo quiero que se pasen pronto estas fiestas para volver con la novela.
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