El otro día busqué en internet el nombre de Ernest Lluch, ministro de Felipe González que luchó como nadie contra ETA. Hay un vídeo en que se dirige a todos esos perros ladradores que hay en el País Vasco y les dice que qué bien que den gritos pero que no maten. Creo que por estas demostraciones de valentía frente a los irracionales, le pegaron un tiro a los 62 años.
La verdad es que esta banda terrorista ya lleva mucho tiempo entre nosotros, sembrando muertes inocentes.
Yo, a un etarra, por definición, lo considero un loco peligroso que no sabe bien lo que hace ni por lo que lucha.
Ahora todos los proetarras tienen representación política y no condenaron nunca los atentados, les parecían bien.
Los gudaris de este mundo deberían pensar que su hipocresía solo se sostiene rompiendo la democracia como lo hacen. Los vascos no tienen buena fama entre los españoles y es por esta basura nacionalista.
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