Con el sol, un vaso de agua semanal y mi mirada
ha ido creciendo la planta del comedor.
Ha pasado un año.
Trocitos de pan embelesados de sobremesa quedan en el mantel, tosco mantel donde comen los hermanos.
La riqueza no sabe dónde estaba. Yo la quería en mi corazón.
El paseo que me daba dormido de lencería, agrupado de lechugas, atiborrado de pasteles plastificados por la mañana era el de siempre.
Ir y venir. Ir y venir. Lencería. La abeja se equivocaba. En vez de miel era agua. Tu sostén era codicia y tu falda mi costumbre.
Ir y venir. Ir y venir. Un día y otro. Se equivocaba.
Preciosa estaba la plaza al mediodía.
Preciosa vino jugando su melodía.
Coches y coches importunan, saltan, pitan, atruenan.
Ha pasado un año.
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