domingo, 2 de octubre de 2022

 Hubo un poeta que se llamaba Blas de Otero. Era vasco y vivió en los años 50. Era también enfermo mental. En aquel entonces la medicina psiquiátrica no es la de ahora y el hombre debió sufrir mucho. Me acuerdo que en los libros de texto, se le estudiaba al lado de otro poeta que se llamaba Gabriel Celaya. Pero no tenían mucho que ver uno con otro. Es famoso el verso de Blas de Otero: "Alzo los ojos a Ti y Tú me los sajas vivos" o algo así. Es un diálogo supuesto del poeta con Dios. Otero escribió sobre la creencia en Dios, sobre España, sobre temas profundos del alma humana. Yo recuerdo que, estando en el confinamiento, vi por internet a un profesor que hablaba de este poeta y decía que los males del alma son más difíciles de curar. Yo procuro hacer cosas para estar ocupado, para que el alma no se precipite en un mar de indecisión.

¡Vomita tu inteligencia!

Quiere decir que, si eres inteligente, demuéstralo sin miedo, saca toda ella a relucir.



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