Resulta que Paco y yo estábamos en Villanueva del Pardillo en una terraza tan a gusto, charlando de nuestras cosas y esperando a que se hicieran las 5 para coger un libro de la biblioteca que le interesaba a Paco. Resulta que llama mi sobrino: "que el niño está en casa de los abuelos". Y Paco sale corriendo como alma que lleva el diablo y vamos al coche rápido y nos vamos de ese pueblo. Ya le he dicho a Paco que la próxima vez se lo piense y que, cuando tengamos un plan por simple que sea, no renunciemos a él por ver al niño. El niño no se va a evaporar en el aire Y yo estaba tan a gusto en ese pueblo, los dos estábamos allí a gusto. Dice Paco que la próxima vez se lo pensará.
El camello ve la joroba del vecino.
No ve la suya, que quizás sea demasiado grande y ve la del vecino. Los defectos son así, van ocultos.
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