El amor pasajero, digamos de una noche, tiene múltiples ventajas frente a un amor consolidado. La pena es que el amor pasajero dura poco (quizás unas cuantas noches). En esto se resume la novela de Puértolas que estoy leyendo. Todos los matrimonios que aparecen en esa novela son rebeldes por parte de su miembro femenino o masculino. Y pasan una temporada de amor ilícito en un hotel, el hotel Arenal de Madrid, que no sé si existe. Y así he ido pasando el tiempo, leyendo esta novela que tiene bastante sabiduría humana y muy buen estilo literario. El amor anda por ahí, parece decir esta novela.
Por el dinero se mueve el mundo entero. Es triste, pero así es. El puto dinero. Ojalá nos fijáramos en otras cosas.
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