sábado, 8 de octubre de 2022

 Tengo amigos que tienen muy planificado el fin de semana. Yo no. Yo, como mucho, sé que a las 4 de la tarde iré a darme mi paseo diario, por medio del cual, pensaré tranquilamente, mientras ando, en qué consiste mi vida y otras cuestiones. Los que planifican su fin de semana se van a una casa solariega de Guadalajara porque los ha invitado no sé qué amigo del trabajo o de la infancia. Otros sacan a sus hijos de la rutina diaria y quizás los lleven a un sitio bonito a comer algo exquisito, que se sale de la norma. Y los solterones como yo no tenemos muchos sitios adónde ir por pura pereza o dejadez. Podría ir a Aranjuez a comer faisán pero no voy.


Es útil habituarse a todo, incluso al infierno.

Con serenidad y buen talante, uno acepta de todo lo que le viene en la vida.

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