Los males del corazón son los peores. No se los quita uno de encima tan fácil. Está claro que el hombre no es solo materia, sino que hay algo debajo de esa materia que es el cuerpo que muchas veces nos hace andar de cabeza. El hombre tiene su lado espiritual, es esto innegable. Lo que pasa es que todo lo que se vende hoy en día ayudado por la publicidad tiene que ver con el cuerpo y no con el espíritu. Todo es darle placer al cuerpo: bebidas, comidas, sensaciones visuales sorprendentes, viajes, drogas para tener experiencias corporales nuevas... Todo va así. Hubo épocas en que lo espiritual era valorado, era fomentado como algo bueno para el hombre. Hoy en día solo existe el cuerpo. Somos ciegos a otra posible realidad. Pero hay que hacer lo posible para ver el lado espiritual de las cosas y de los seres.
Como el viento no hace marchar, así caminamos.
A veces andamos movidos por lo que impera en la vida, no por nuestra voluntad.
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