Parece mentira que las cosas hayan pasado así pero han pasado. Y la desconfianza entre unos y otros ha crecido por acciones inverosímiles pero fehacientes de una falta de rigor ético por parte de unos y de otros. Paco y yo no hemos dejado de dirigirnos a ellos educadamente a no ser algunos insultos en este blog por mi parte para desahogarme. Pero es que las cosas que han hecho son de gente rarísima, de gente sin escrúpulo alguno, de gente que pone por delante el dinero y las propiedades que la confianza que se ha puesto en ellos. Y así, ya se sabe a estas alturas que no se puede fiar uno de ninguno de ellos con alguna excepción. Es una pena pero ya se han roto todos los vínculos entre ellos y nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario