La pena se pone negra en el interior del corazón, del corazón de los que no estábamos destinados a vivir en la Tierra. Otros han hecho lo que les ha dado la gana a costa de los demás. Todos tendrán su premio, su juicio al llegar el crepúsculo. No veo más que almas muertas que no saben saludar siquiera. Los que disimulan su maldad, pronto morirán del todo frente a la vieja. Morirán enteros, morirán sin que ni un músculo de mi cara se mueva, morirán hartos de ponzoña. Los que hacen la vida difícil aquí en la Tierra, harán la vida fácil cuando mueran.
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