Menos que un soplo somos los seres humanos. Todo queda menos nosotros, que latimos un corazón tibio en medio de la masa viviente. Aguardamos el futuro como tontos que no saben qué les va a pasar y solo tenemos a Dios y nuestros rezos a Él para evitar la desgracia de ser humanos en el mundo. Porque Dios nos hizo débiles y volátiles como el aire. Porque no duramos en la Tierra más que la hierba o el insecto. Sin embargo, el mar perdurará y el aire y otros pájaros distintos pero iguales a los que vemos con los ojos y oímos con los oídos. Todo nos sobrevivirá y la oración es básica para ponernos a bien con un Dios que nos puede borrar de este mundo en un decir Jesús.
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