Si negamos a los demás, nos negamos a nosotros mismos pues los demás son el apoyo que puede venir en el futuro. En cuanto empezamos a criticar al de al lado, matamos la convivencia. Y no me refiero a partidos políticos, sino a la familia, a los amigos y a los vecinos. Ojalá pensáramos bien de cada uno de estos grupos y no les guardáramos rencor. Otro gallo nos cantaría en España. En España parece que todos son rumores e infundios hacia los demás, no nos apiadamos de nadie a la hora de criticar; es más, en cuanto podemos, echamos más leña al fuego, si no gasolina pura. No es así como funciona un país. Y ya los políticos no guardan las formas y han entrado en ese juego. Malas cosas predigo para España porque los que se deberían moderar se comportan como el más gañán de los españoles.
La burra no andaba
y venga palos.
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