Esa nunca caerá del guindo porque está tonta perdida. Pobrecilla, en su casa, haciendo gimnasia, ignorándolo todo. Me apetece una reunión, cómo no. La gente, en esta época incierta de baja moral y estupidez que llega a la luna, está en la inopia y en la indigencia moral e intelectual. Pasarán a la historia por perfectos estúpidos que son y, cuando lleguen ante Dios, si es que tienen alma, tendrán que contar qué estupideces y pecados y errores graves cometieron con los demás.
Así subía la marea.
Así nos dejaban solos.
Así fue todo, de malo y de asqueroso.
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