Esta mañana he salido a la calle. Me he encontrado con Jean Mari, con Felicidad y con Fede, que iba en coche a la biblioteca. Más ancha que mi mano tiene la su muñeca, vellosa, pelos grandes, pero non mucho seca. A mí me da igual ya todo. La gente es horrible, cierta gente es horrible, está medio tonta, quiere mandar por mandar. Mayores que las mias tiene sus prietas barbas. Yo no vi en ella al: mas si tu en ella escarvas creo que fallarás de las chuletas darvas. Bueno. Se va pasando el lunes poco a poco. El cielo sigue emborronado, el que lo desemborrone, buen desemborronador será. La vida no da más que para peleles mentales. No se encuentra una mente clara en muchos jilómetros a la redonda.
El árbol miró al vecino superfluo de un día de Navidad
para darse cuenta de su imbecilidad.
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