Decir de un niño que tiene una cara que se la pisa no tiene mucho sentido porque el niño es inconsciente todavía de muchas cosas. Los padres son los que le educan con su ejemplo. Un niño no tiene cara dura ni cara blanda. Un niño es rebelde o desobediente, por ejemplo. Pero si ese niño se comporta mal, no obedece a nadie, no quiere hacer más que su voluntad, pues sí podría ser que es un abusón de su voluntad sobre la de sus adultos y ahí sí se le podría calificar de caradura. Todo en la vida es una opinión, quizás expresada a veces de manera torpe, pero una opinión puede ser tomada mal o bien, según sea la sensibilidad del oyente (si el oyente quiere mucho a ese niño pues verá la expresión inadecuada). El caso es que yo dije de mi sobrino nieto que tiene una cara que se la pisa. Puede ser verdad o mentira, pero todo es del color del cristal con que se mira. A lo mejor esa expresión es demasiado para un niño pero ya los niños van forjando maneras para cuando son mayores. Los psicólogos dicen, además, que nuestra infancia nos marca para el futuro. Si el niño hace lo que quiere, quizás querrá seguir haciéndolo en adelante. Bueno. A lo mejor me pasé con esa expresión. Quien tiene boca se equivoca.
Andaban errantes por la orilla
suplicando un camino...
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