Quizás escribir me libere. Al menos, me entretiene. No escribiré gran cosa, esa es la verdad, pero escribir hace que mi cabeza se ordene un poco y razone lo que oigo por ahí. Como oír a este amigo. Resulta que se pega una paliza al volante en verano. Yo lo veo un poco irracional. Tomarse las vacaciones como un maratón de coche por tantas carreteras me parece un poco exagerado. Le puede pasar cualquier cosa. El cansancio que supone conducir, aunque parezca que no, puede conducir (nunca mejor dicho) a cualquier cosa. La vida hay que tomársela con tranquilidad, no como un desafío que no sabemos como concluirá. Yo no desafío a la vida. Yo cojo y me levanto y voy a la biblioteca y allí escucho la voz de la actualidad (periódicos) o me dejo llevar por una aventura (novelas). Y luego, escribo.
Las andanzas del río determinaron girasoles en abundancia
para decir que no al sol.
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