La verdad es que yo ayer pequé de iluso y de metepatas porque le ofrecí a Paco una serie de temas de los que discutimos. Y discutimos de varios temas que los podíamos haber dejado de lado porque de lo único que sirvieron es de poner a Paco nervioso y a mí también. Hoy no voy a hablar más que del tiempo con él. No hay otra. Discutimos de la familia, de los amigos y de las cosas de casa. Debe ser mi carácter el que lo estropea todo pues mi hermano es más tranquilo y bonachón que yo habitualmente. O sea, que voy a aparcar los grandes debates para otra ocasión.
Hace falta estar tonto hacer lo que hice yo ayer con Paco: buscar la confrontación por el hecho de aclarar yo unas dudas que tenía. Fue totalmente absurdo. Paco no está más que para estar tranquilo y tomarse las cosas con calma hasta que se recupere. Fui totalmente gilipollas por haber sacado temas que sé que a los dos nos enervan. Pero bueno, ya no tiene solución. Hoy, paz y tranquilidad.
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