Juanete sonreía un poco bobaliconamente pero era gracioso y buen amigo. A Juanete no le gustaba que le llamaran Juanete sino Juan Ignacio. A mí me hablaba de bares y de compañeros de Correos que yo no conocía. Juanete era mayor que yo y se había pasado la juventud en una moto repartiendo cartas.
Me contó una anécdota un día. Me dijo que en Correos había mucha gente inculta y me puso este ejemplo. Había una jefa de Correos que decía: "sacar las amotos". Qué tiempos aquellos. Decía Juanete que para sacarse una oposición había que sudar tinta y que él se sacó la de Correos hace ya mucho tiempo.
Juanete comía muchos bollos y cocacolas, eran los vicios que le quedaban. Juanete era enfermo mental como lo soy yo. Con Juanete lo he pasado bien en "Tú decides", una asociación de chicos con problemas. Ojalá me pudiera fumar un cigarrillo con él y hablar del tiempo, de la política, etc con la simpleza que él aplicaba a las cosas. Adiós, Juanete.
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