¡Por fin respiro a gusto y duermo bien! Pero no todo va a ser felicidad y disfrutar de ella. Este fin de semana parece que nos hemos puesto en danza otra vez para no dejar de molestar al prójimo. Por motivo de un acontecimiento familiar salen a relucir las discrepancias. La mala salud de mi madre no permite grandes alharacas pero como todo se traza sin pensar en los demás, así sale todo. Y todo por una misa en una ermita en medio del monte. Que nos lo podíamos tomar tranquilamente pero no. Es la forma de hacer de mi familia. Líos y más líos para hacer una cosa en común. Unos que organizan, otros que se niegan, otros que tienen que hacer lo que digan unos y al final, todo un rollo que espero que pase pronto.
En fin, se irá a la misa porque hay que ir pero entre horarios que no cuadran y desavenencias y mala salud, lo mejor es que pase pronto, como ya digo.
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