Ayer por la tarde me la pasé oyendo la radio. Hubo una entrevista a Toni Isbert, hijo o nieto del genial Pepe Isbert, aquel abuelo al que se le pierde Chencho en Navidad. Luego, esta mañana, al leer el periódico me ha saltado a los ojos la historia de Patch Adams, el payaso médico, que ahora tiene 69 años y ha dedicado su vida a repartir "cariño, justicia y amor". Toni Isbert habló de la importancia de una sonrisa en la vida y le doy la razón. Parecía este hombre un ser optimista y dedicado al trabajo y a los demás. Ojalá su ejemplo perdure en mi memoria como modo de conducirme en la vida y el otro ejemplo también es muy bueno pues quiere hacer de la medicina algo humano y lleno de amor. Hay que compartir todo con todos y ser humano, no material y capitalista, no querer ser el mejor y llevarse el premio que siempre consiste en dinero.
Yo no sé que puedo hacer por mí o por los demás pero procuraré ser mejor en el sentido humano del término, no como una máquina absurda en que nos quieren convertir. Sigue buenos ejemplos y serás uno de ellos.
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