Acurrucado en la habitación miro por la ventana. Las hojas de los árboles se van desentendiendo de sus ramas.
La alfombra multicolor del otoño ya se adivina. El tiempo pasa mientra miro, miro el frío fuera.
El azul claro del cielo ya no es ancho como el sol. El sol está débil como el pulso de los ancianos que ya vivieron.
La fuerza del aire caliente, el calor abrasador ya no está. El tiempo pasó. La chica acostada en mi cama, desnuda como una amapola se fue también. La paloma se equivocaba.
Los trigos ya segados ya me los he comido. La verdura de las eras ya murió. Triunfa una paz engañosa en el mundo.
Hay gente que padece hambre y escasez. Hay gente a la que las horas les van hundiendo en la desesperación.
La calor es la nevada. La paloma se equivoca. Tu falda es una kilométrica obsesión. Tú eres mi fe y mi equivocación. La paloma se ha equivocado siempre.
La calor es la nevada. La paloma se equivoca. Tu falda es una kilométrica obsesión. Tú eres mi fe y mi equivocación. La paloma se ha equivocado siempre.
El que va hacia la luz, tiene que separar todas las sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario