Todos los seres tienden irremisiblemente hacia sus semejantes. El Cid, el que en buen hora ciñó espada, se queja de los mestureros malos. En todas las familias hay gente que le hace imposible la vida a otra gente. Ella recoge el aire circundante porque es la venus pequeña del inútil negociante. Si llamo esta noche a Clara, me aclarará el tema de Saturnino prontamente. Conócete a ti mismo y si luego no te gustas, no hables contigo mismo. Como de todo y todo bien aceitado, que los tontos los hay en todos los sitios. No vayas al médico a darle la tabarra, solo cuando estés falto de azúcar o de calcio. Casi me quedo calvo pero el dinero bien empleado me recubre la azotea. Dos chicuelos se casan y gastan sus dineros, pero yo no lo entiendo del todo, no dejarán de ser jóvenes, no dejarán de ser tontos. Vive la vida y sé feliz, dice uno de mi pueblo que se cogía unas cogorzas de órdago y envite a la grande. Si quieres ir a Madrid, no lo digas y vete ya que en Madrid cabe mucha gente todavía. Mira y reflexiona y serás sabio. No hagas caso a los de tu familia y serás un gilipollas.
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