Según M. Aurelio, que escribió sus "Meditaciones" entre guerra y guerra con los bárbaros que asediaban la frontera con el imperio romano; según M. Aurelio, digo, no debemos ni entristecernos ni alegrarnos excesivamente porque vamos a morir. Si alguno nos hace mal, podemos ayudarle a entender su error, pero si no podemos hacer nada, el error no es culpa de nadie. No debemos pensar mucho en los demás ni en los agravios que puedan hacernos los demás, pues ya digo, nos moriremos y dejaremos este mundo antes de lo que nos imaginamos pues, como dice Quevedo, otro estoico de la raza de M. Aurelio, "vivir es caminar breve jornada". A veces yo me asusto de lo que dicen estos señores estoicos, por lo drástico de sus resoluciones para el género humano, pero otras veces me doy cuenta de que tienen razón. Yo no veo la vida que sea tan breve pero ya tengo una edad en que ya me ha pasado de todo un poco. Otros autores más tenebrosos todavía hablaban de que la vida es tierra, polvo y humo. Así que siempre hay gente de mayor tristeza que los que dicen que la vida dura poco. ¿La vida es corta? Esa es la pregunta del millón. Pero no dejamos de decir a cada paso: ¡Cómo pasa el tiempo!
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