Ahora que todo es alegría, paz y amor, recogimiento y felicidad, me voy a ir a una cueva de las más profundas que haya para no oír esos cantos de sirena que nos dicen que la gente está muy contenta de que llega el nuevo año. Resulta que ha habido unas elecciones tras las cuales los políticos inventan naciones por todas partes, no se ponen de acuerdo y a lo mejor nos hacen votar otra vez. Resulta que estos años de recortes y de reformas no han dado el resultado apetecido aunque la prima de riesgo ha bajado. Resulta que hay una autonomía que quiere ser nación por todo el morro. Resulta que los españoles no tienen dinero que gastar. Resulta que si lo que hemos padecido es malo, lo nuevo se parece a la república venezolana. Resulta que he descubierto que a mi novia le falta un tornillo. Resulta que mis novelas no son valoradas debidamente por las editoriales a las que las mando. Resulta que el año que viene, más de lo mismo o peor. Entonces, ¿a santo de qué tanta alegría, tanto champán, tanta fiesta desmedrada? El año nuevo que viene viene con la misma mierda y más incógnita que este. La segunda transición la llaman.
jueves, 31 de diciembre de 2015
miércoles, 30 de diciembre de 2015
Hay algo que me repatea en las personas, que me revuelve las tripas de un modo muy serio hasta llenármelas de un líquido repelente y oloroso que deseo expulsar pronto: es el puto egoísmo. Hay personas que se mueven para, por, desde y hacia su interés. Hay personas que solo conocen una palabra y todo lo miden desde esa palabra que es YO. Tú, por ejemplo, les cuentas a esas personas que has estado viendo el fútbol y ellos dicen: yo... y todo lo demás. Y siguen con el yo en la boca y no lo sueltan. No sé si son autistas o qué rollos modernos que hay ahora. Yo les llamo egoístas. No dan ni la hora porque se junta su egoísmo con una racanería propia de otras épocas. No tienen ni un minuto para nadie, ni para su madre ni para su abuelo si no es para pedir algo, para el interés. Suelen estar contigo porque les conviene. Si no, no tienen el menor reparo en abandonarte cuando te han extraído el jugo. El dinero, por supuesto, como excusa para cualquier relación. Comer contigo, si no les invitas, para ellos es una atrocidad y una pérdida de tiempo. Son los que se mueven ahora por campo y ciudad. Son los que no dan, solo piden. Son los que no tienen tiempo, son los que triunfan hoy en día porque la sociedad está montada para ellos. Son los nuevos ciudadanos que, guiados por su codicia y su egoísmo harán de este mundo algo apestoso y triste de vivir. No esperes de ellos ni el movimiento de un dedo.
Las relaciones humanas son muy complejas porque complejo es el ser humano. Es muy difícil encontrar una persona equilibrada que encuentre a otra persona equilibrada y su vida sea tranquila, pacífica, serena. Una persona está compuesta de un complejo neuronal extraordinario. También tiene un corazón que late y un alma que siente. Además, estamos condicionados por nuestro sexo, clase social, prejuicios que podamos haber adquirido en nuestra educación, nuestra educación misma, la huella que dejan en nosotros nuestros padres, la política que mamamos, la ideología y un sinfín de patrones que nos hacen de una manera o de otra. Por eso es tan difícil que dos personas se entiendan por mucho tiempo. Siempre habrá una chispa que a uno gusta y a otro no y ya hay que estar poniendo paños calientes o comportarse políticamente tan correcto que no sabes muy bien si lo que dices lo estás diciendo tú o lo has leído en un libro de autoayuda. Es el miedo al otro. El otro, sea tu mujer o tu hijo, produce miedo porque es una persona incomprensible muchas veces que no sabes cómo piensa ni cómo siente. Dice un cónyuge de otro: llevo toda la vida con él y no le conozco. Es eso. Lo complicado que es el cerebro y el corazón y el alma de los demás. Y la tuya.
martes, 29 de diciembre de 2015
Un pensamiento hay muy constante en mí: se trata de si hago algo por los demás, por los que están necesitados o no lo hago. Con dar 10 euros al mes a ACNUR no lo hago todo. Pero luego hay en mí una resistencia a eso que llaman voluntariado. ¿Acaso no soy yo un enfermo mental y no han hecho mucho por mí ni por los demás enfermos mentales que conozco? Los psiquiatras me han atendido más o menos menos bien pero, ¿la sociedad? ¿Ha movido alguien un dedo por mi enfermedad y los que estamos enfermos? Esa es la resistencia que no me mueve a ser voluntario ni nada. La soledad y el abandono en que están los enfermos mentales atacados por la esquizofrenia y el trastorno bipolar y otras dolencias mentales es grande. Además somos rechazados en cuanto se sabe la enfermedad que padecemos. Yo no aparento enfermedad alguna. Me muevo bastante bien en mi entorno. He trabajado, he ganado mi dinero, vivo bien. Pero, ¿otros enfermos? Viven mal, señalados y abandonados, con el estigma de la enfermedad en la frente. Así que no haré nada. Podría luchar para que la enfermedad sea visible, para que la gente no piense que matamos a nadie ni vamos dando la nota por ahí. Solo que tenemos muchas limitaciones. Nuestra enfermedad nos limita: estamos tristes sin saber por qué, nos dan manías, nos dan nervios, etc que no controlamos pero no matamos a nadie. Si un enfermo mental mata es porque no está controlado médicamente o abusa de las drogas, con lo que su enfermedad se agrava pero hoy hay una red de atención mejor que hace años. Lo bueno para un enfermo mental es un trabajo, una rutina, una estabilidad que a veces no alcanza y se desestabiliza por ello. Bueno, por eso no ayudo porque pienso que me tendrían que haber ayudado a mí y ami familia en nuestros peores momentos. Hoy estoy bien. Ya ayudaré cuando lo vea necesario.
lunes, 28 de diciembre de 2015
A mí lo que no me gustaría en la nueva etapa política es volver a la crispación. Ya hubo en época de ZP y de Rajoy. ZP dijo en la radio que necesitaba tensión. Por favor, el que necesite tensión, que se meta un cable de dos mil voltios por el culo y nos deje en paz. Tampoco quiero que vuelva el republicanismo, la guerra civil ni los abuelos de nadie. No quiero que vuelvan los rojos ni los fachas, ni el dineral derrochado por la memoria histórica ni pacifismos estúpidos. Tampoco quiero que vuelva eso que llamaban buenismo y que se traducía en ministros bobalicones. No quiero que haya una autonomía que diga que es una nación y quiera serlo. No quiero ministras inútiles de las miembras ni Leires Pajines. No quiero que mi gobierno haga el ridículo en el exterior más de lo debido. No quiero más 15 M ni movidas que ocupen espacio público de todos. No quiero planes E. No quiero que nos digan que no hay crisis habiéndola. No quiero que nos mientan con el déficit. No quiero cejas ni titiriteros vendidos al poder. No quiero maquiavelos de pacotilla. No quiero papanatas en el poder. No quiero de la Vega mintiendo como bellaca. No quiero derroches de lo público. No quiero aeropuertos al lado de aeropuertos. No quiero corrupción. No quiero ministerio de la vivienda ni path finders. No quiero sonrisitas estúpidas. No quiero especulación ni guerras. No quiero bombas en trenes. No quiero mayorías absolutas. En fin, no quiero todo lo que viene de aquí en adelante.
domingo, 27 de diciembre de 2015
En mi fuero interno, hoy y los días anteriores a hoy, me preguntaba qué era eso de la Navidad, por qué yo no la veía por ningún lado por más que hago por mirar signos de ella. Oía villancicos, el telediario hablaba de Papás Noeles y Reyes Magos y regalos y cuentos para niños y actuaciones especiales y qué se yo. Pero yo veía a la gente, que es donde para mi pensar debe residir la Navidad, y en la gente yo no veía nada que no viera este verano. Encima, teníamos una temperatura de 15 grados todos los días, no había nieve ni frío por ningún lado. Yo creo que se agotan los temas y el de la Navidad está agotándose porque si no, yo no me explico ese pasotismo por la Navidad que viene cundiendo estas Navidades de hace tres o cuatro años. Será la crisis, será la desgana de creer un año tras otro en la misma cosa, no lo sé, pero lo que observo es que la gente ni tiene el espíritu de la Navidad ni tiene nada. Son unas fiestas como otras, como puede ser Santiago Apóstol o el día del obrero, en las que la gente se dedica a descansar únicamente.
sábado, 26 de diciembre de 2015
Después de la comida de Navidad me encontré un poco triste porque me sentía encerrado en una ciudad sin alicientes: la Gran Vía, los amigos, los paseos para un lado y otro, mis novelas que me cansan... Pensar en estas cosas me deprimía por lo trillado que tenía todo ya. Yo me veía pasado de moda, viejo, cansado, aburrido, sin ningún lugar o actividad que me motivara. Todo lo que se me ocurría me saturaba y me hastiaba. Entonces fui con mi hermano a ver "La guerra de las Galaxias" episodio VII. Y me aburrí también. Pero me aburrí pasando dos horas viendo cosas extrañas y fantásticas que cautivaron mi atención por unos momentos. La ficción me facilitó que yo no pensara en mí mismo ni en la pena que me daba yo mismo y me quedé colgado de aquellos personajes que luchan por un ideal. Los malos, los buenos, las estrategias, el lado oscuro... En fin, vi que la ficción transporta a otros modos de sentir en cuanto te metes en ella. Ojalá mis novelas consiguieran hacer esto que hizo la película conmigo y conseguir un trueque emocional de la tristeza a la abstracción de sí mismos a mis posibles lectores.
Con mi novia he vivido bastantes aventuras ya. El primer año que nos fuimos de vacaciones, en Cádiz, me entró una orquitis y entre los dos procuramos aliviarla con hielo e ibuprofeno. El año que discutimos por lo del piso en alquiler, ella se fue a Oporto y luego fui yo solo tras ella y allí seguimos discutiendo. Discutíamos por las calles más céntricas de Madrid y en ellas tuvo lugar la aventura de Arenal. A mí me ha dejado tirado varias veces en medio de la calle y ha seguido su camino cuando se enfadaba. Luego nos juntábamos más tarde. Hubo también la aventura del metro y de la oposición. Hubo la aventura del pie de su madre. La aventura de los celos de Gema fue la más dura y tenía lugar en el cercanías de renfe. Y así, venga y duro y dale hasta que nos juntábamos otra vez porque parecía que no podíamos estar solos. Ahora viene la aventura del blog que no sé cómo acabará pero me está cansando mucho. Parece que no nos vamos a ver hasta el día del obrero. Bueno. Cada uno a lo nuestro, a descansar de las aventuras.
En estas fiestas que he vivido solo he oído villancicos por los megáfonos instalados por el ayuntamiento en la vía peatonal. He entrevisto la alegría en algunos grupos que se formaban que serían familias que no se veían o tal. La alegría que se supone en estas fiestas como algo espontáneo, que surge sin querer se ha ido a otro sitio o a otro tiempo. No he visto especial motivo de felicidad en ningún lado ni en ningún momento. Dice mi hermano que eso se solucionaba con un concurso de villancicos o con un baile popular pero no veía yo candidatos para ponerse a cantar motivos navideños ni para bailar. Todo se pierde, incluso la sonrisa cuando ves las calles sin chispa ni emoción alguna porque el niño Dios vaya a nacer. La gente se va al cine con los niños y ve lo de la guerra de las galaxias y punto. O se va a correr para no perder la línea después de los atracones. La gente joven desconecta del sentido religioso de estas fechas y la gente mayor también. Se unen las familias con cuidado de no hablar de política ni de regañar y punto. Se tiene más miedo de lo que se puede perder (las formas) que por lo que se podría ganar (ese espíritu navideño que vete tú a saber dónde está).
sábado, 19 de diciembre de 2015
El batiburrillo generacional que se monta en casa de mis padres los domingos podría hacer difícil la comunicación entre los integrantes de esas generaciones que han vivido cosas sociológicas e históricas diferentes. De hecho, ese malentendido existe.
Mis sobrinos, por pertenecer a la generación más joven, más laxa en las costumbres, más democrática, más egoísta, comen el domingo y se van. Aparecen para comer, precisamente lo que quiere su abuelo, muy preocupado toda su vida por la cobertura alimenticia de su prole. Si vienen o no vienen los nietos más allá de los domingos con la intención de llenar la andorga, eso es asunto de ellos. Yo no juzgo. Yo visito a mis padres asiduamente aparte del domingo.
Podría parecer egoísta aparecer en casa de los abuelos cuando hay algo de comer. Y lo es. Pero ya digo que eso es asunto del que lo hace, no del que lo ve.
Mis sobrinos son materialistas, ya lo he dicho más de una vez y eso se manifiesta en todos sus actos. Pero ya digo que es cosa de ellos, no mía. Que pongan ellos el interés donde les dé la gana.
sábado, 12 de diciembre de 2015
Hoy he conocido a un hombre al que la movida madrileña le ha cogido de lleno y por lo tanto, la cocaína. Pero se ha recuperado de ambas. Cuánto vicio había esos días donde en Madrid, si no dabas un concierto, te lo daban. Luego cuenta este hombre que se ligó, a base de tarjeta de crédito de 500.000 pelas mensuales a una chica que se desnudaba en el "interview". Este hombre, aparte de estos desmanes (llamémoslos así) sabía del Cid, de la II república española y otros asuntos de la cultura patria.
Ha sido curioso hablar con él. El desafuero de luchar por las libertades a unos condujo al resentimiento más soez de estar echando las culpas de todo a Franco y a otros de coger carrerilla con eso de la libertad y ponerse hasta las trancas hasta no conocer la realidad en la que estaban viviendo. Con la libertad, se cogen muchos vicios y estos pueden conducir a la tumba a más de uno, como sucedió en los ochenta, que el que no estaba colocado, se colocaba rápidamente y tanto, que moría de sobredosis en una barraca o en un portal tan anónimo como la muerte.
viernes, 11 de diciembre de 2015
Todo el mundo proyecta su personalidad en los demás: quiere que los demás sean como él. Yo no soy menos. Por eso, a mí la gente que ha pasado su juventud emporrándose o tomando pastillitas en discotecas mientras le hacían la vida imposible a los profesores que tenían con sus bromitas y chulerías de niñato tonto no me van.
La gente que no ha leído en su vida un libro no me va y la gente que en pleno siglo XXI no sabe escribir no me va. La gente se cree que todo hay que perdonárselo pero no. No todo es perdonable y menos cuando la personalidad que los mira proyecta su vida sobre ellos y ve que son fatuos, intranscendentes, autocomplacientes y unos estúpidos de tomo y lomo.
Esta gente tiene a bien reírse del error ajeno, dar grandes carcajadas por nada, asombrarse de todo. No me extraña. Son necios. No están educados aunque hayan tenido todas las oportunidades del mundo para educarse. Han preferido evadirse de la realidad, de esa dura realidad que dicen ellos que han vivido. Y no. Su realidad ha sido tan vulgar como la de los demás. Lo que pasa es que era más fácil dilapidar el dinero de sus padres en la droga y las fiestas que leerse un libro y aprobar el curso.
jueves, 10 de diciembre de 2015
He acabado una novela y otra vez tengo ante mí 200 folios que he de rellenar para crear una nueva. Esta nueva la he titulado provisionalmente "Mi vida actual" pero tras trazar los ejes de esa vida actual, ya no sé de qué escribir. Me he quedado mudo ante el folio en blanco. He desfigurado un tanto mi actualidad para que no se pareciese punto por punto a mi vida pero no me sale nada, no se me ocurre nada más que esos diez folios que he escrito ya.
A lo mejor tengo que desistir de usar mi vida como materia novelística y escribir de otros. Pero voy a insistir un poco más a ver si mi vida actual resulta novelable. Yo creo que cualquier tema es bueno para escribir cuando se le dé a ese tema la peripecia, la anécdota suficiente que la haga vivir y mi vida sí que puede tener esa peripecia y si no, me la invento.
Bueno, mientras estoy viviendo unos días muy tranquilos de paseos, cigarrillos y conversaciones con mi hermano.
Si tienes un objetivo, ya tienes algo.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Hoy me he despertado a las 10 y me he ido a dar un paseo largo con mi hermano hasta la estación. Hemos intercambiado algunas impresiones y Paco dice que ha estado deprimido este fin de semana pero que ya se le ha pasado. En la estación, hemos visto a dos borrachines. Sostiene Paco que la Navidad es muy mala para la gente solitaria. El que está solo y barrunte la Navidad se emborracha y pierde el control. Es la opinión de Paco. Yo no sé si hacerle caso pues Paco tiene las opiniones más peregrinas que darse pueda sobre todas las cosas opinables.
En fin, he llegado a casa y yo me he puesto a fregar el suelo. Luego tengo que fregar los cacharros.
Este fin de semana he estado en Salamanca pero ya conozco la ciudad. El primer día fue divertido; el segundo, un poco aburrido. Me lo he pasado mejor en el trayecto de ir y venir en coche, me divierte más. He comprado libros, he paseado por las calles de esa ciudad: demasiada abundancia de gente extraña, demasiada soledad de Eva y yo paseando y paseando. Me confieso ignorante de muchas cosas. Lo que he leído casi no lo recuerdo.
Espero a Paco para que me dé un cigarrillo por haber fregado el suelo.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
Decía Cándido en la novela del mismo nombre que vivía en el mejor de los mundos posibles. El que piensa así es muy feliz porque no necesita mejorar, no tiene la inquietud de que su vida tenga que cambiar para conseguir ser mejor o conseguir más cosas.
Cuando uno llega a la candidez de pensar que su vida es el culmen de toda felicidad, llega algo que trastorna ese sistema y todo se va a a la porra.
Cuando amarillean las hojas de los árboles y el suelo se alfombra de hojas, la felicidad cabe en un puño de la mano.
Cuando intentas superarte y lo vas consiguiendo poco a poco, viendo los resultados, la felicidad vuela sobre tu cabeza de manera ordenada.
Cuando no hay problemas a la vista, la felicidad te viene a visitar.
Cuando te levantas de buen ánimo porque sabes que va a ser ese un buen día, la felicidad te besa la boca indecentemente.
viernes, 27 de noviembre de 2015
Ayer hizo un día estupendo y estuve muy contento casi todo el día. A ver si hoy pasa lo mismo. El pajarito ya canta en su jaula y el sol se levanta ya muy de mañana. La vida es grácil cuando el corazón la siente así: ligera como un vientecillo alegre. La luz es inmensa estos días de invierno, es como un fanal que alumbrara la vida de modo generoso. Los diálogos son fructíferos, la gente tiene ganas de hablar. Los cigarrillos saben muy bien, después de comer y en la charla amena ante el televisor.
No hay dudas, solo se vive. La muerte es de títere, un títere lejano que no hace daño. El amor se reparte como el pan a mediodía.
El pajarito sigue cantando unas notas fuertes, de una constancia simpática y contagiosa. Si yo fuera pájaro, también cantaría así a los otros pájaros un día como hoy.
Dan ganas de comunicarse, de contarle al vecino que se está feliz, no hay pudor, no hay barreras que maten las ganas de contar y de decir. La lengua se dispara porque la dispara el corazón que está alegre, satisfecho de vivir un día como hoy.
jueves, 26 de noviembre de 2015
La generación posterior a mí es diferente: son más materialistas, basan su vida más en el egoísmo que en entender a los demás. Han sido educados así. Si apruebas, te compro una moto. Como la generación anterior a la mía se considera oprimida por sus padres, les han dado a la generación posterior a la mía un poco de todo: viajes, colegios privados, juguetes, etc, etc.
Mis padres, como han vivido en la necesidad y no entienden otra cosa que satisfacer las necesidades básicas, a mi hermano gemelo y a mí nos han satisfecho nuestras necesidades básicas en cuanto a lo material. Pero nos han dado la oportunidad de estudiar, que hemos aprovechado. Mis hermanos mayores han dado, en lo material, más a sus hijos porque no lo han tenido ellos de sus padres pues no les han hecho más que meter la idea del trabajo en sus cabezas y la idea de la autoridad paterna. En generaciones posteriores a la mía, la idea de autoridad paterna está muy, muy reducida. Mi generación está en medio de una que vive de un recuerdo franquista y de otra que pasa de todo. Así no hay modo de entenderse ni con una ni con otra pues yo nací prácticamente en democracia pero la de mis hermanos mayores no y la de mis sobrinos vivieron una democracia más desarrollada, llena de libertades y menos obligaciones.
En mi familia hay cuatro generaciones muy distintas entre sí, con poco entendimiento entre ellas. La generación más anciana la representan mis padres que ahora tienen 84 y 85 años. Son los niños de la guerra. Vivieron una posguerra llena de necesidades. Luego viene la generación de mis hermanos y cuñados que ahora rondan los 60 años. En medio estamos mi hermano gemelo y yo, que tenemos casi la cincuentena. Y la última generación son los sobrinos, pues ni mi hermano ni yo hemos tenido hijos. Van por la treintena. Son mundos muy diferentes, de ahí la incomprensión de unos con otros. Mis padres cuentan historias de burros, de trabajos de campo, de bailes en la plaza. Mis hermanos y cuñados han estado muy incomunicativos con mi hermano gemelo y yo y son un misterio para nosotros así como los sobrinos, que no son muy comunicativos y llevan vidas muy diferentes a las nuestras en cuanto a pensamientos, estudios, aficiones, etc. Me comunico mejor con mi madre de 84 años que con mi hermana de 60. Y que con mi sobrino de 35. Mis padres han sabido criarnos muy bien y en ellos he depositado toda mi confianza toda mi vida. En mis hermanos mayores, no. Mis sobrinos no los entiendo ni los tengo por qué entender. No son familiares directos míos. Los aprecio en lo que tienen de apreciable y basta.
A mi familia la considero un poco rara y un poco desapegada, no sabemos unos miembros de otros excepto los domingos que nos juntamos a comer. Cocina mi madre, que ya está mayor pero tiene muchas energías. Hay miembros de la familia que son muy políticos, con esos no quiero hablar. Hay otros miembros que no son de mi generación, no los entiendo tampoco. Solo me entiendo bien con mis padres, que nos conocen bien a mi hermano y a mí.
Mi familia es quizás como otras familias, no sé si las familias de hoy en día funcionan así, con ese punto de incomprensión de unos a otros. Yo sé que hay miembros de mi familia que no hacen ningún esfuerzo en comprenderme, yo tampoco ya hago ninguno por comprenderlos a ellos, es inútil, han vivido y viven una vida muy distinta a la mía. Paco, mi hermano gemelo y yo somos los únicos a los que les gusta la literatura pero en mi casa no se habla de libros. Paco y yo estamos entre dos generaciones: la de mis sobrinos, que son diez años más jóvenes que nosotros y la de mis hermanos, que son diez años más viejos. O sea, que hemos vivido cada grupo que hay en mi casa vidas distintas, educaciones distintas, formas de ver la vida distintas; de ahí la incomprensión entre los distintos grupos. Yo solo entiendo a mis padres, que me quieren de verdad y me escuchan. Entre los otros grupos no hay diálogo, solo respeto callado.
martes, 24 de noviembre de 2015
Dice una canción de Sabina: "hay que saber saberse administrar" y luego hace una alusión a unas lentejas, comida que resume la administración de una casa. En esta crisis, hemos sabido ser estoicos a la fuerza. La doctrina estoica dice que hay que resistir los embates de la vida con dignidad.
La iglesia cristiana adoptó esa actitud estoica que viene de una filosofía griega muy antigua. El estoicismo es como una especie de heroísmo de la supervivencia, de saber vivir con poco, de resignarse y de ser sabio en las adversidades.
Mi hermano Paco se considera estoico, le mola mucho la idea de ser estoico, como un monje, como Quevedo, como un pobre.
Como ricos hay pocos y pobres muchos, la filosofía estoica nos da la base del comportamiento ante la pobreza, aunque no sepamos qué es el estoicismo.
Su contrario es lo epicúreo, el disfrutar de la vida como cerdos. Yo me consuelo pensando que solo hace cien años, en 1915, las condiciones de vida eran pésimas, pero que muy malas. Y hemos avanzado un montón, así que no nos quejemos tanto.
lunes, 23 de noviembre de 2015
Hoy no tengo ganas de hacer nada. Hace mucho frío fuera, frío que no venía, parecía esto un eterno veranillo. No llueve. Me da pena que no llueva aunque la lluvia lo dificulte todo. Hoy he soñado cosas extrañas como que me quedaba rezagado de toda mi familia en un viaje y luego atravesaba calles oscuras, lleno de la sensación de ser viejo, muy viejo.
Paco ha bajado por tabaco y pan. Yo me he levantado mal por todos esos sueños. Hemos puesto la televisión y aparecen imágenes de todo un país en alerta, los colegios cerrados, por miedo a las bombas y los terroristas.
¡Cómo está Europa! En horas bastante bajas. Los refugiados, los terroristas, la guerra. En fin, un desastre del que se recuperará pues ya sabe de desastres anteriores más fuertes y dañinos que estos.
No voy a hacer nada excepto escribir por la tarde mi novela. Ayer las calles estaban vacías, el sábado no hubo "ambiente" en la ciudad. El temor o el terror y la crisis y la psicología triste del ciudadano le inspira estar en casa. C´est la guerre.
jueves, 19 de noviembre de 2015
Pareciera que para el impenitente lector de la Biblioteca de Londres la sociedad constituyera un problema de álgebra: multiplicas, divides, sumas, restas todo lo que sobra et voilá, el paraíso terrrenal, la utopía hecha carne. Para el consumidor burgués de cocaína que miró al hombre en su oscuridad, la sociedad es un engendro lleno de asombrosas montruosidades. Para el crucificado por excelencia, la gente tenía que estar atenta a otro mundo que nos esperaba más allá de este.
Todo tiene su rito. Todo tiene su explicación aunque no la veamos de antemano. Y todo tiene un origen que podría explicar eso que no entendemos. Pero que no nos quieran meter explicaciones como cuñas, a base de apretar y apretar.
Todo es un misterio, también se puede decir. Ocurren muchas cosas en el mundo al mismo tiempo y es difícil entenderlas todas a la vez. Pero no seamos tozudos en nuestro proselitismo de mierda, por favor. Como dijo Unamuno: se vence pero no se convence la mayoría de las veces.
El lobo alfa se come las entrañas del venado. Ha sabido conducir a la manada hacia la presa. Es el más fuerte y el más experimentado. Pero entre los humanos, el hombre alfa a veces es el más gilipollas y no sabe conducir a la masa orteguiana más que a la catatumba. Esto lo vemos todos los días. El hombre tiene conciencia y vicios y virtudes. Aquel que desarrolla y se ocupa más de sus virtudes le dan de palos comúnmente y al hijo puta que cultiva vicios y egoísmos triunfa como un campeón. De la manada de los lobos ninguno se queda sin comer pero de la manada de los humanos, muchos pasan hambre. ¿Por qué será? Porque el hombre cada vez es más irracional. Entre vicios y guerra y hambre han muerto en el mundo un número indeseable y atroz de gente. ¿No sabemos dónde está el venado? ¿no sabemos elegir a nuestros líderes? Parece ser que no. Freud dijo que el hombre no es racional; al revés, oculta un inconsciente que le hace ser una pura bestia para los demás. Freud descubrió que el hombre es un monstruo, que sueña con matar y otras cosas peores. ¿Qué es el ser humano? Una pregunta que se queda sin respuesta.
Mi hermano dice que si yo voy al supermercado y cojo un paquete de lentejas que a lo mejor vienen de Chile, eso es la Providencia o poco más o menos. Pero en tiempos antiguos, sembrar la lenteja, escardarla, recogerla (si no se la había comido el gorgojo), también es la Providencia. Yo creo que Dios dijo: esto creo y lo creó y luego, si te he visto no me acuerdo. Pero Paco aún dice que Dios está velando por nosotros y actúa en las situaciones más complejas o más sencillas y eso es la Providencia. No se qué opinarán los marxistas de la Providencia. O los capitalistas pero Paco piensa que en el mundo todo lleva una elaboración: las leguminosas exigen la labranza, la siembra, la eliminación de hierbas malas, la recolección, la limpieza de la semilla (eliminación de piedrecitas), empaquetado, transporte al por mayor y distribución minorista en supermercados. Si esto no es la Providencia, que venga Dios y lo vea. Lo que pasa es que hay pijos que no se dan cuenta de nada de todo esto y así va el mundo. En Occidente, por lo común, el usuario de supermercados simplemente hace un gesto de recogida y pago del producto pero haría falta conciencia de todo lo que supone el consumo en general. Esto es la Providencia. Y el que no se lo crea, que siembre lentejas o garbanzos por su cuenta.
Los pájaros no conocen la política. ¿O sí? Quizás haya ornitólogo marxista suelto por ahí. He leído que el marxismo no es una cuestión política. Es un modelo de vida, es casi una secta, con sus héroes y sus tumbas. Que la revolución bolchevique hizo mucho por acabar con la guerra, aliándose con el frío de la estepa, es verdad, pero por ello no dejaron los rusos y algunos países del este sufrir a una burocracia que comía caviar mientras el pueblo hacía cola para comer un pollo raquítico. Ya digo que los pájaros no conocen la política ni los leones ni los elefantes. Pero tampoco dejamos vivir a los animales.
Yo sí que creo en Dios Creador. Esto que llamamos Tierra no puede ser tan perfecto (lo está dejando de ser) sin la mano de un Dios inteligente. Pero nos creó también a nosotros después de crear un montón de dinosaurios y quizás ese camino llevemos, el de los dinosaurios. Sin embargo, no hay que ser catastrófico. Solo se trata de ir observando cómo la Tierra se va degradando por la mano del hombre y anotar. Quizás algún día vengan otros sin política, sin inventos, sin artilugios y pasten del prado en paz.
Cataluña y el País vasco son dos dolores de cabeza intermitentes que ha tenido que sufrir España. Y con odio. Y con muertes, que es lo peor. Eso de que Madrid les oprime me da asco. Con Franco vivieron muy bien ambas comunidades pues allá se fue la riqueza. Y luego querían más. Hablo en términos políticos, no humanos. No digo yo que no haya gente de buena fe en ambas comunidades. Pero también hay un ansia de aprovechamiento, un odio visceral, una asquerosidad hipócrita en ambas comunidades. Desde Sabino Arana o desde el furibundo catalanismo de mierda, todo ha sido querer ser no España. "Los españoles", dicen, los maquetos, dicen, los charniegos dicen, esos mierdas del nuevo nacionalismo egoísta y puerco.
Y es que no hay peor política que la que trabaja para unos pocos y estos están locos, perdidos por el ansia de ser más. ¿Más qué? Más catalanes, más vascos, más racistas, más exclusivos, más mierda al fin y al cabo. Que conste que hablo solo de política.
Esta noche no me he dormido hasta las dos de la madrugada. Todo por pensar sin yo querer en la psicóloga que me atendió en Las Rozas cuando yo estaba mal con mis clases. Esta "profesional" se llama Josefa Vázquez Ramos y trabaja en "ceim" y es malísima. En vez de salir relajado y tranquilo de sus sesiones, yo salía más nervioso y dubitativo. Esta noche he estado pensando en ella como una calamidad que me tocó sufrir, una especie de persona ruin y asquerosa que lo único que quería era mi dinero. Yo fui a su consulta porque me ponía nervioso ante mis alumnos y ella me recomendó internet, que me casara y formara una familia y que fuera a un pub donde tenía yo amigos y otras muchas cosas que nada tenían que ver con enfrentarse con un alumnado. Con lo de internet insistió demasiado y con lo de formar una familia, también. Si no tenía ni puta idea de tratar mi situación, lo podría haber dicho desde el primer momento. Quizás yo podría haberme recuperado con un psicólogo de verdad y no con esta mierda de persona. En fin, aprovechados los habrá siempre. También yo tuve la culpa de no mandarla a tomar por culo antes.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Que te llame tonto dos veces en una mañana la misma persona. Que tu hermano esté soliviantado sin que sepas por qué. Que no llueva ni una gota. Que estés empezando tu cuarta novelita. Que empiece una guerra por unos atentados atroces. Que haya la pijaguera de unas elecciones a la vista que no se sabe qué va a ser de España. Que haya un paro galopante. Que veas a los parados quejarse por la mañana y por la tarde. Que una maldita autonomía quiera la independencia. Que Pujol haya robado durante treinta años y no esté en la cárcel con toda su parentela. Que el diario no hable de ti. Que Las Palmas pierda con cualquiera. Que el sol alumbre tanto. Que la televisión siempre diga la misma mentira. Que los españoles no sepan de historia y tengan la posibilidad de repetirla. Que haya tanto y tanta analfabeta con veinte años. Que la educación sea de partido, no de los españoles. Que la vecina esté tan buena y no podamos tener un encuentro sensual con ella. En fin, qué mundo este. Que el Altísimo se apiade de nosotros.
martes, 17 de noviembre de 2015
Mi hermano está muy picajoso, no sé qué le pasa. Mi novia solo habla de su padre, es normal. Mi amigo David no sabe por dónde se anda, también es normal. No cae ni una gota del cielo, eso no es normal. Me gustaría que lloviera muy menudito pero con la constancia de los días; que lloviera y nos estuviéramos en casa, a ver si dejábamos de decir y hacer el gilipollas o por lo menos, que las dijéramos o hiciéramos en casa, sin que nadie nos vea, sin que nadie las sufra. Que lloviera inclementemente, con la fuerza de Dios. Que el que saliera a la calle se mojara de agua irremediablemente, que se llenaran los cines, que se vaciaran las aceras de esa pestilencia de todos los días, que a los porreros se les mojara el porro y las ganas de fumárselo. Que se llenaran los salones de las casas de gente y que se entablaran allí todas las batallas del mundo y no en la puta calle. Que a los famosos les llegáramos a odiar y a dejar de envidiarles para toda la vida. Que canten los niños.
lunes, 16 de noviembre de 2015
¿Dónde se encuentran aquellos representantes de los partidos, de los sindicatos, todos oportunos, que arruinaron a las cajas de ahorro? ¿Dónde están los dirigentes del PP que se beneficiaron del Gurtel? ¿Dónde están los de la Púnica? ¿Dónde están los dos mil millones de euros del caso de los ERES y de los cursos de formación? ¿Dónde están los alcaldes que se forraron en tiempos de Zapatero corrompiéndose todo lo que podían? ¿Dónde está Pepiño Blanco que iba con maletín de dinero a una gasolinera a hacer sus apaños? ¿Dónde está Maleni que cobraba 3 sueldos? ¿Y la Cospedal?
¿Cuánto valen los aereopuertos de tiempos de Zp?
¿Dónde está el dinero que tan bonitamente dispuso el gobierno socialista?
¿Dónde está la corrupción generalizada que va de 2004 a 2011?
¿Ubi sunt pecunia hispani totui?
domingo, 15 de noviembre de 2015
Me han contado que Canarias, a principios del siglo XX, no es lo que era ahora. Por eso mandaban a los generales díscolos a Canarias, a ver pasar el tiempo en un paisaje volcánico. Entre ellos mandaron a Franco, el general más joven de Europa en aquellos tiempos. Ya sabemos que la República era legítima pero si por ser legítima se quemaban iglesias y andaban a tiros por las calles pues vaya mierda. La guerra estaba ya anunciada desde el 34 o quizás antes. La gente lo que no sabe es que España es país de pronunciamientos, desde Prim a Espartero y Franco fue otro que se pronunció; o sea, continuó una tradición de arreglo de asuntos internos patrios que venía de mucho antes. Si los socialistas y toda la patulea de partidos de izquierdas no supo gobernar España, que no se lleven la mano a la cabeza históricamente hablando pues fueron unos chapuceros de agárrate. Que vino la guerra, que ya estaba encima. España era desigual, injusta y perra como ella sola. Así que así pasó. Marañón dice que una guerra civil no se olvida hasta que pasan 100 años. En 2039, si vivo, te lo cuento. Ah, se me olvida: el 23F formó parte de la tradición y dicen que se conchabó la izquierda con la derecha. Menos mal al rey.
El otro día oí en la televisión un análisis sobre el Estado Islámico. El Estado Islámico no tiene fuerza aérea, indispensable para ganar una guerra en nuestros días. Cualquier ejército convencional de cualquier país los podía barrer del mapa. Pero si cualquier ejército convencional se carga al IS, ¿qué surgiría después? Pudiera surgir una guerra civil abierta en Irak o se podría desestabilizar Irán. El avispero que representa hoy en día Oriente Próximo tiene más avispas de lo presumible y de lo aceptable todo por una guerra injusta contra Irak que arrasó ese país y lo dejó ingobernable.
Ahora, la barrabasada de la invasión de Irak nos ha traído esto. Primero, Al Qaeda y después, el EI. El odio a los EEUU ha pasado a otros países. El extremismo islámico se ha radicalizado a puntos de barbarie parecida a los bárbaros que rodeaban Roma amenazándola. Y todo por una maldita guerra de venganza por la destrucción de las Torres Gemelas. No interpretarán el Islam pacíficamente hasta que su venganza tenga su fin. Todo por un maldita guerra de castigo. Ahora, a convivir con la barbarie. Como fue bárbaro Bush.
sábado, 14 de noviembre de 2015
Hoy es sábado pero no tengo la sensación de que sea sábado. A ver si hay algo en el día que me avise de que es sábado. Es muy temprano aún. Son las nueve y media. Se abren las persianas de mis vecinos, cantan los pájaros, se oyen tacones al compás de una prisa leve, se levanta mi hermano pero sigo pensando que aunque sea sábado en el calendario, pues ayer sí que sabía que era viernes, sigo sintiendo esa ausencia del sábado en mi cabeza. Como si el sábado hubiera desaparecido de la semana para siempre.
Además, tampoco tengo la sensación de que ayer fuera viernes. Ayer fue un día cualquiera del calendario, un estúpido día del calendario, un efímero y tonto día del calendario en el que yo no hice nada de viernes, nada típico de ese día así que quizás por eso hoy no me parece sábado y al paso que llevo el domingo no me parecerá tal y el lunes tampoco y estaré pronto en una ucronía o falta de tiempo. Pasarán los días todos iguales.
Estoy esperando una señal que me diga que hoy es sábado y no viene y estoy como en un limbo semanal, en un día sin norte ni guía.
Espero que a mediodía o por la tarde me dé cuenta de la presencia temporal del sábado para hacer cosas del sábado y no del lunes o el miércoles porque si no, mi vida se perderá en las horas informes y en los días caprichosos de un calendario ciego y sin orden.
He tratado de leerme "El libro del desasosiego" de Pessoa. Ha sido imposible. Es muy difícil. No tiene hilo narrativo, cuenta las cosas literarias y sentimentales (muy profundas) que siente un oficinista en Lisboa. Las sensaciones que suscita este libro son de una dificultad amplia pero también el lenguaje que usa es arduo de entender. Yo me quedaba a medias en su lectura aunque me hubiera gustado leerlo si hubiera sido más sencillo. En el libro dice cosas como "siento que soy pero no soy" y no sé que de las farolas, las calles y ya digo, sentimientos enrevesados de un aficionado a la literatura. Pessoa fue un hombre casi desconocido en su época y luego fue una figura famosísima, un tótem de la cultura lisboeta.
Siento no haber gustado de este escritor sublime, tan sublime que no hay Dios que le entienda. La filosofía que creo que late en este autor es que toda vida es inútil, que no merece la pena esfuerzo alguno por vivir, que todo pasa a pesar nuestro. En fin. Muy enigmático para mí.
jueves, 12 de noviembre de 2015
Se ha muerto el padre de mi novia, Eva. Se llamaba Enrique y siempre le recuerdo sonriendo. Era muy buena persona, ayudaba a todo el que podía. Se quedó hemipléjico y en su enfermedad (siempre sentado en una silla de ruedas) dio un ejemplo de entereza a todos los que le conocimos. Nunca se quejaba, tenía una fortaleza mental fuera de orden para aguantar horas y horas quieto. Un vecino venía a jugar con él al ajedrez. Se llamaba Antonio. La verdad es que yo le embromaba y él me recordaba cómo se zambullía para coger pulpos y erizos allá en las playas de Canarias, donde tuvo su residencia una vez. También recordaba sus tiempos de ingeniero en el aeropuerto de Las Palmas. Debió ser un tipo alucinante antes de padecer ese ictus malvado. No se quejó nunca, ahí radica toda su grandeza y siempre tenía una sonrisa en la boca para todo el que le saludaba. Eva le quería mucho, hasta sus últimos días puso todo su empeño en él. Se fue. Dios le tenga en buen puesto, como dice mi madre.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Hace unos días me pusieron la vacuna de la gripe. A los tres días de ponérmela he sufrido un gripazo tremendo. No sé si esto funcionará así pero a mí que no se les ocurra volvérmela a poner.
Las cosas que se hacen por costumbre a veces fallan. Como insultar. Hay gente que insulta con insultos que se pueden considerar pequeños. Todo esto surge de lo chulo y prepotente que sea el insultador. Pero, a veces, de tanta chulería y de tanto abuso surge la voz inclemente del insultado y dice: "vete a la mierda".
Y el insultador se queda sin amigo. Por bocazas, porque se creía más que nadie y luego se queda más solo que la una.
A este motivo se añade aquel que es hijo puta e insulta haciendo daño. Ese es especialmente asqueroso y levanta más ampollas. Pero también, con negarle el trato, salimos todos ganando.
Se insulte por costumbre fea de chulo o por hijo puta, no hay que tolerar el insulto. El insulto es asqueroso cuando te llega a las carnes o a las de un familiar.
Resulta que los vecinos de abajo, de la terraza, han comprado un gallo que le van a comer para Navidad después de cebarle. Pero el caso es que se pone a cacarear por las mañanas, al albor y hoy me ha despertado a una hora muy temprana. A eso de las diez de la mañana me he pasado por la casa delos filipinos y me ha dicho que es una costumbre muy importante para ellos. Al final se ha decidido, después de consultarlo con otros dos vecinos que se le tape el pico al gallo con un esparadrapo por las noches y por las mañanas se le quite para que pueda comer. Se ha decidido que el levantamiento del esparadrapo tenga lugar a las diez de la mañana y que cuando sea capón, en una fiesta que se celebra el 1 de diciembre por esta gente, dejará de cantar y engordará para Navidad. Ya resuelto todo, se ha fijado que el gallo ya no causará más problemas así que hemos quedado bien con la comunidad filipina.
Si tienes algún problema, te jodes.
martes, 10 de noviembre de 2015
Yo, como fumo, siento unas veces la muerte rondándome en forma de cáncer, enfisema pulmonar, ataque cardíaco o cerebral. A veces sueño que me cortan la pierna, que me cortan la laringe, que me cortan los huevos pues ahí también puede atacar el cáncer. Mientras pienso, sueño y premedito todo esto, yo sigo fumando. Y sé que hago mal pues el tabaco provoca una muerte lenta y dolorosa, sin poder respirar, sin poder mear ni cagar, vomitando todo el tiempo. Da asco el tabaco y no por lo mal que huele.
A mí me gusta fumar mucho o me gusta mucho fumar, una de las dos cosas. Hay gente que elige otros venenos que les sientan muy mal también: les da vueltas la habitación y no se le pone tiesecita la cosa.
No hay que ser aprensivo pero sí pensar que estamos jugando con la muerte y la enfermedad. Que hoy estamos bien pero que mañana podemos estar fatal. Lo malo son la doble moral del alcohólico que no fuma y aquellos que son tan sanos que se mueren de aburrimiento muy muy muy lentamente.
lunes, 9 de noviembre de 2015
Cuando una pieza de ajedrez falta, toda la estrategia anterior hay que renovarla para llevar a buen término el final de la partida. Hay que pensar cuál será la próxima jugada. Y no debe haber mirones que digan qué hay que hacer. Entre los jugadores, cada uno en rivalidad, deben ejecutar el juego que les conduzca a su mejor fin. La partida puede quedar en tablas y ninguno sale perdiendo.
En la vida sucede también así.
Hay que buscar la manera de que esa pieza tan preciada que ha caído no haga sufrir demasiado a las demás y que el juego siga siempre con ventaja.
Pero a veces, los nervios de perder o el ansia de ganar nos juega malas pasadas. Para ello, como posible solución, antes de perder, es mejor buscar un empate digno.
En fin, no siempre se puede ganar pero se puede quedar bien con el adversario, mostrando buenas maneras e inteligencia en el juego.
jueves, 5 de noviembre de 2015
Solo he oído la expresión "todo es política, desde que te levantas hasta que te acuestas" dos veces: la primera fue de boca de una sindicalista en un instituto de enseñanza donde yo trabajaba con motivo de una huelga. Era una sindicalista. No me convenció de unirme a la huelga y menos con esa frase. Además, esa frase me hizo pensar que esa mujer tenía algo o mucho de fanatismo. La siguiente vez que oí eso fue de boca de otra mujer que es voluntaria en una asociación de la que soy miembro. Esta vez me dejó un poco pensativo, como sintiendo que siendo uno muy político se resolvieran las incógnitas del mundo pero yo no las resuelvo con política esos misterios sino con humanidad, razón y fe.
En fin, todo es política es una frase que no entiendo como no entiendo ni siquiera la política en sí misma. No entiendo de ideologías, solo de seres humanos uno por uno. Me gusta hacer migas con gente amable e interesante si eso se llama política. Nada más.
La política quizás sea un oficio pero no como un zapatero puede serlo
Estaba yo como apesadumbrado, con corrientes negativas por la mente, un mal humor prolongado se me estaba metiendo dentro sin poder salir. Hablé con un señor mayor de sus problemas. Los problemas comunicados tienen el efecto de una lima que come los barrotes de la prisión de la melancolía. Y así ha sido, nos hemos comunicado los problemas, los efectos que tiene las discusiones, los aprietos, el dolor de estar vivo, los desprecios y los descubrimientos de la maldad en los otros...
En fin, nos hemos comunicado. Y una comunicación de almas es lo que lleva a minimizar los problemas de esas dos almas que se comunican hasta hacerlos más llevaderos. Al comparar, al ver que el otro cojea del pie que tú cojeas también, pues todo tiene una forma de verse distinta y al final se sale andando más tieso y sin cojera, pues ya la has comunicado.
En fin, cuando tengas un problema, comunícalo y parte del problema, si no está resuelto, está comparado con otros.
Decía Heráclito que de las discusiones nacen las ideas. Otros autores decían que las discusiones hay que evitarlas siempre, que no conducen a nada. A lo mejor Heráclito no quiso decir discusión y esta sea mala traducción de diálogo o algo así. Yo he comprobado que de las discusiones nacen las malas ideas, las ideas que no se apartan de tu mente por lo insidiosas y feas. Es asqueroso comprobar cómo, después de discutir agriamente sobre todo y sobre todos, te queda un mal sabor de boca que no se te aleja en días.
Y es que la realidad es tal cual. Lo que dijo fulano permanece, lo que te hizo mengano también permanece y si lo recuerdas en una conversación agria, con el alma empozoñada, lo que sale se queda. Y no digo yo que los que me hicieron mal me lo van a volver a hacer, pues las circunstancias han cambiado, pero la idea sigue rondándote. Los fantasmas permanecen.
El caso es que llevo dos días asqueado, truculento, aprensivo, etc. No sé si deberá a la enfermedad. Espero que pase pronto.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Esta tarde me ha inundado una inseguridad grande. He tratado con una persona cuestiones acerca del futuro que me han dejado en el espíritu una sensación triste. Al principio, esa persona y yo no nos entendíamos pero cuando lo hicimos fue para comprobar lo solo que estoy ante las adversidades que puedan sobrevenirme. Había en la conversación algo sórdido, ruin que se escapaba por cada comentario, cada juicio, cada argumento. Y me he sentido fatal.
Luego, al llegar a casa, me he sentido mejor pero es como si me hubieran abierto los ojos a una realidad asquerosa que yo ni me daba cuenta de ella. La gente es muy mala cuando da su parte mala y cuando hipócritamente es de una manera en público y luego es de otra en privado, como si sacase los colmillos con los más débiles y se callara ante los fuertes.
En fin, esta vida tiene unos recovecos feos de mirar y de sentir pero los has de mirar y de sentir porque es lo que toca y hay que recordar que siempre lo hay peor.
Una cosa son los delirios y otra, las alucinaciones. Un enfermo mental puede tener de las dos pero no sé muy bien distinguirlas. Alucinaciones es ver, oír cosas que no están en la realidad. Existen los delirios de grandeza. Cuando el lenguaje o el pensamiento de una persona no se ajusta a la realidad, hablamos de delirios. "Delirante comedia", se dice cuando se quiere encomiar este género queriendo decir que va más allá de la realidad.
Tiene algo de delirio en mí el deseo de ser escritor, el deseo de ser famoso a través de la literatura. Es un delirio de grandeza, de desear ser meritorio en algo. Pero luego miro mis torpes producciones y no creo yo que pueda aspirar a mucho.
Me entretiene, esa es la verdad.
Siempre quise yo ser meritorio, destacar en algo, ser alguien importante. Que esto lo cause mi enfermedad o mi carácter no lo sé. En fin, seremos lo que Dios quiera.
martes, 3 de noviembre de 2015
He vuelto a sentir insomnio. Me ataca, claro está, antes de dormir. Es un insomnio asqueroso ya que me vienen ideas negativas de mi pasado o de mi presente actual y lo paso mal. Ayer hasta la una de la madrugada no me pude dormir. Pensé que había sido un mal profesor, que no estaba aprovechando mi vida, que mis novelas eran una mierda y una pérdida de tiempo. Recordé aspectos de mi enfermedad, episodios malos que yo tuve y no me los podía quitar de encima. Me tomé una pastilla y ya me dormí. Es algo torturante. No sé si se deberá al cambio de hora. Por las mañanas me despierto con una sensación mala. No sé si debería ir a la psiquiatra y decírselo aunque me diría que me tomara la pastillita y en paz. Ayer por la noche, mientras me fumaba un cigarrillo, el del insomnio precisamente, me veía desgraciado y buscaba la causa pero no la veía. Supongo que será algo pasajero. Dormir es esencial.
lunes, 2 de noviembre de 2015
Me estoy leyendo otra vez una de Galdós. Esta vez es un ciclo dedicado a un prestamista llamado Torquemada. Este Torquemada no tiene ni un átomo de piedad por sus deudores, no le sale de su cabeza perdonar ni un céntimo. Pero en un capítulo conoce a tres hermanos, dos hermanas y un hermano ciego que viven en extrema pobreza pero con una dignidad y una limpieza y un orden que asombran a este hombre creyendo ver en ese estado de pobreza digna y ordenada una Biblia del saberse conducir en la vida en situaciones extremas.
A Torquemada se le muere un hijo que sería el asombro del mundo matemático. Pero se rehace. Se transforma al conocer a Fidela, la hermana menor, la Águila menor, como la apellida Galdós, de esa casa del misterio de estirar la peseta. Pero a mí lo que me alucina es el modo de narrar de Galdós, que para mí no tiene igual. Ni el escritor más escritor del mundo actual tiene parangón con el canario. Galdós cuenta con tantos registros idomáticos como tiene la lengua española y aún más. Escribe de una manera que te mete por los ojos personajes, situaciones, sentimientos y un largo etcétera de peripecias humanas. Galdós conocía tan bien a los hombres y al lenguaje que podría narrar el fin del mundo punto por punto. Galdós es el número uno de los escritores españoles. Los demás, a la cola.
No solo de pan vive el hombre, dijo Cristo a sus apóstoles y Marx dijo que la historia se movía por un plato de judías. ¿Qué es más cierto? He leído que Walter Benjamin decía que la verdad no la podemos conocer en su plenitud. Los filósofos hicieron acercamientos a la verdad y los escritores hacen acercamientos a la verdad mediante la mentira de la ficción. Yo creo eso. Que la verdad pura no es digerible por el ser humano, que los cerebros no están hechos para comprender verdades, sino que fluyen entre la verdad, la conveniencia, la mentira, el cinismo y otros estados del espíritu que manchan la realidad de las cosas.
La verdad es conveniente casi siempre, para saber a qué atenerse y poder decidir sobre el futuro y las decisiones a tomar y los juicios que hacer. No saber esa poca de verdad que hay en las cosas te convierte en un ser que vaga en la soledad de lo incierto. Hay que leer, hay que interpretar lo que se ve para actuar en ello con propiedad y acierto.
domingo, 1 de noviembre de 2015
Para el puente de Todos los Santos, fuimos al pueblo. Yo, en cuanto llegué, me fui a dar una pequeña caminata por un camino. Iba yo andando y notando la sequedad del páramo castellano. A mis pies saltaron saltamontes y vi ciempiés. Me recordaron estos animalitos un dicho de mi madre, que decía al que la entorpecía: "pareces un ciempiés". Ya no se lo he vuelto a oír. Hay muchas cosas que ya no he vuelto oír decir a mi madre, con lo decidora que es. Por el camino, había tierra labrada y la que estaba sin labrar, daba un aspecto arenoso y seco, como acabada, muy reseca. Noté enseguida los efectos de una sequía prolongada. Casi tengo que sacar la cantimplora. Seguí andando y un viento que se levantó me oreó las sienes y me dejó despierto. No había más que cardos secos y la hierba, que quería crecer, solo lo hacía de forma rala, pegada al terrreno. Me fumé un cigarro al borde del camino y me di la vuelta por donde había venido. El campo está seco.La lluvia no hace su aparición, su bendita aparición.
Si la naturaleza no es de tu gusto, quédate en casa.
miércoles, 28 de octubre de 2015
Me he presentado hace unos días a un concurso de poesía que se llama "Gastón Baquero". No me han dicho por mail quién ganó pero yo me he enterado que ha ganado Salvador Galán Moreu, que es un psicólogo granadino que trabaja como educador social con niños difíciles. Tiene un texto hablando de esto, de su oficio. Yo vi chavales en institutos que estaban perdidos y me imagino que acaban mal. Es muy bonito el oficio de este poeta. Y muy difícil. De la poesía no se vive pero uno es poeta como puede ser zapatero. Yo he leido en una página web de poetas andaluces a este Salvador. No he entendido mucho, la verdad. Es poesía que rompe con la lógica y esas cosas y yo no trabajo ese tipo de poesía.
Pero bueno, me alegra que la gente se dedique a la poesía aunque sea por afición porque un buen poema es muy bonito de escribir y de leer después.
Mientras vas viviendo, vas conociendo gente. Y existen las coincidencias. Y existen los acontecimientos que juntan a dos o tres personas en el mismo quehacer. Y luego la gente va vagando en sus vidas sin acordarse casi del quehacer y de la coincidencia que unió dos o tres cuerpos y mentes para hacer una cosa en común. Los escritores se unían entre ellos para hablar de lo que escribían. Y hacían viajes, como Gide, como Wilde o como Máximo Gorki, que llegó a dirigir la Revolución soviética.
En fin, todos vamos a una aunque no lo parezca pero hay ya quien se ha quedado en el camino dejando un feliz recuerdo porque fue buena persona. Quién sabe lo que queda por hacer, las paces que firmar, la aceptación del otro que hay que asumir, las guerras que quedan mirándonos en el futuro como horrorosa quimera y los proyectos de vida que hay que ir cumpliendo cada tarde en la obra, frente a un volante o un ordenador.
Comamos, bebamos, pongamos gordos y a lo que digan los demás, oidos sordos.
lunes, 26 de octubre de 2015
Tras años de mostrarse uno arrogante, distante, incomunicativo y de algún modo, superior, trae como consecuencia que aquellos con los que te has mostrado arrogante, distante, incomunicativo y de algún modo superior, te muestren su incomprensión e incluso su desprecio. Yo no he sido con nadie arrogante; más bien, humilde. No me he creído nadie especial por ser profesor. Ni más sabio ni más inteligente ni nada. Y no he mostrado mi desprecio a los demás aislándome de nadie. Pero sí me aislo de aquellos que son unos chulos. No quiero saber nada de ellos como ellos no quieren saber nada de mí porque no estoy en su onda. Yo soy un friki, un lector, un aspirante a erudito pero también soy una persona que sabe quién le quiere y quién hace caso omiso de él. Yo no puedo preguntar qué tal te ha ido esta semana y que me digan: "bien", de mala gana. De algún modo yo también dejaré de interesarme por esas personas que se creen que tienen una vida muy emocionante mostrándoles mi desinterés. Porque eso es lo que se merecen.
Si no te hacen caso aquí, te lo harán allá.
sábado, 24 de octubre de 2015
Cuando dos personas que se quieren se ven después de un tiempo, es algo magnífico. Surge una vía de comunicación muy agradable y divertida. Se ríen, se cuentan cosas que vistas al trasluz de su querencia suenan muy bonitas y la risa surge como sin querer. Es estupendo vivirlo.
El ser humano no sabe con qué poco se puede contentar y llevar una vida feliz. Generalmente se complica la vida con excentricidades, cosas caras y superfluas y estupideces muy variadas que no consiguen contentarlo.
El ser humano es feliz si tiene amor en su vida. Solo con eso podría vivir muy feliz pero la moda, una interpretación fallida de lo que es verdaderamente la vida, hace que el ser humano sea infeliz.
El dinero no vale si no consigue hacer que vivamos de acuerdo con un plan concebido sabiamente.
El sexo fácil, los amigos de barra y otros estupideces dejan un vacío interior difícil de llenar si no es con amor verdadero.
viernes, 23 de octubre de 2015
Hay una canción de Rosendo que se llama "verguenza torera" y los primeros versos dicen así: "albero rendido al sol, eterno folletín. Podemos decir que no pero va a ser que sí". Seguimos con la crisis y la corrupción de unos y otros. Vaya mierda de país. Aquí la política, está visto, es un foco de ladrones y nos los tenemos que comer.
Me da igual de izquierdas que de derechas. Son todos una bazofia. No saben más que trincar y nos quieren dirigir. Qué van a dirigir esa pandilla de ladrones babosos.
Montan la barraca y tiroriro y luego yo no he sido, los muy barbianes ellos. Bien les venía un palo de escoba bien espetada por el culo, como decía el negro que barría el club en aquel libro de cuyo nombre ya no me acuerdo.
Va a ser que sí: que nos tragemos tanta mierda que han fabricado unos y otros y el sistema sigue erre que erre, jodiendo a todo el que los vota. Todos mienten y se llenan los bolsillos.
Si conoces a un político, no le conoces.
Si hay dos personas que tienen una relación estrecha pero una de ellas no sabe cómo se usa el móvil;o sea, no responde las llamadas ni los wassapp del otro, el otro puede cansarse de esta conducta. Pueden pasar dos cosas: que el otro le disculpe la falta de atención del que no hace caso del móvil o que el otro haga lo mismo, por despecho, que el que no contesta y no contestar las llamadas. Entonces se produce una falta de comunicación por ambas partes y hoy en día el móvil es esencial pues los horarios no suelen coincidir ni para verse durante media hora escasa. Ayer me pasó eso con mi novia. La llamé a las siete, a las ocho, a las nueve y a las diez y no contestó. Como su padre está delicado de salud, me temí que hubiera pasado algo y estuve con la preocupación hasta la noche.
Yo no pienso contestar sus llamadas ni sus wassapp a ver qué tal le sienta a ella que pasen precisamente de ella por la cara.
Ella siempre pone la excusa tonta de "que no oí", de "que tengo mucho que hacer", etc pero no son excusas válidas. Si se tiene móvil es por algo, no para adorno o para pasar de él.
Yo no es que llame mucho pero lo que llamo cae en saco roto y como no nos vemos mucho el móvil es fundamental, cosa de la que no se da cuenta ella.
Organización y buena salud es lo que necesitamos.
jueves, 22 de octubre de 2015
Ha vuelto el chatarrero para poner las cosas en su sitio. Hubo un tiempo en que no había chatarreros. Ni los perros tenían pulgas y siempre estábamos de estreno. Eso era cuando había mucho dinero y el saco no se rompía. Luego se rompió el saco. Y se ha ido por otro saco pero no se acaba de llenar. La cola de la tía Manolita, en Madrid, que reparte suerte y premios que da gusto, ya alcanza dimensiones míticas. El dinero es de lo poco que entiende la gente, el valor del dinero.Por el dinero serían capaces de matar muchos pero no lo hacen por decoro, por lo que diría de ellos la gente, los vecinos. Por dinero van las cosas como van, con una avaricia loca, por cincuenta euros se pierde hasta el buen nombre, qué no se perderá por dos mil. La gente quiere cosas, esa es otra cosa que entiende muy bien la gente, cuantas más cosas se tengan en casa, mejor y si son de marca, todavía mejor. Eso y la Belén Esteban y cuatro petardas más llenan la cabeza de la gente hasta no poder más.
La vida consiste en cosas simples, de ahí la simpleza absurda de la vida.
martes, 20 de octubre de 2015
El oficio de escritor precisa de mucha paciencia pues doscientos folios no se escriben de la noche a la mañana. La longitud de una novela es precisamente esa y una novela exige dedicación y buen hacer; pero sobre todo, tiempo. Así que no se le puede exigir al novelista predisamente prisa. Es como un orfebre o como un pintor que plasma su manera de ver el mundo en una pieza única.
Mi novelas no valen un pimiento aunque también me han llevado tiempo. Dice un consejo de guionista que leí en un libro: escribe tu primera novela, deja que la lean tus amigos y familiares y luego tírala y escribe una novela como Dios manda.
Así me ha pasado a mí, que mi primera novela no resiste ni la menor lectura crítica. Pero es la manera de aprender de los propios errores y continuar con la tarea, que no es fácil.
El otro día oí decir a un escritor que de su trabajo solo viven cincuenta escritores en España.
A mí me gustaría ganar un premio literario.
Bueno, se trata de escribir y me dispongo a ello. No todas las canciones que escribieron los cantantes son buenas ni tiene que serlo. Con la intención de entretener el rato se hace todo: escribir y leer.
lunes, 19 de octubre de 2015
La creación literaria tiene algo de filosófica. Crear un personaje o un mundo imaginario tiene una carga de pensamiento grande, pensamiento del que escribe volcado en las situaciones que recrea o en el personaje al que le pasan cosas o reflexiona o reacciona ante las cosas que le pasan.
Lo que pasa es que la filosofía es pensamiento puro, es puro razonamiento. Si Nietzsche dijo que Dios estaba muerto fue por una serie de razonamientos que le llevaron a decir eso. Y así, Sartre con la idea del existencialismo y Marx con la idea del comunismo.
Lo que pasa es que los personajes de novela pueden ser comunistas, existencialistas o matar a Dios en su cabeza en un determinado momento de la novela, según quiera el escritor o según le haya llevado el personaje al escritor a determinadas situaciones porque a veces el personaje vive al margen de su prpio autor; o sea, vive su propia vida literaria.
Yo no entiendo mucho de filosofía pero entiendo un poco de razonar el mundo en el que vivo y no es muy divertida la conclusión que se saca. Mis personajes generalmente son infelices porque no podría ser de otra manera una visión pesimista de la vida.
domingo, 18 de octubre de 2015
Ante una situación difícil, no sabemos cómo vamos a reaccionar. No solo por lo difícil sino por lo nueva y desconocida. No sabemos lo que nos traen las circunstancias y no podemos saber el tiempo que nos traerá adaptarnos a la nueva situación. Los histerismos, los victimismos y el acusar al otro de lo que nos está pasando es muy posible que pase. Podemos perder el control y hacer cosas estúpidas que los demás no van a entender cuando una situación nos supera. Porque no la entendemos o porque nos ocupa mucho tiempo que antes era nuestro o porque nuestra naturaleza no está hecha para aguantar con entereza eso que nos está pasando.
Queremos que todo el mundo esté al tanto de lo que nos pasa y nos duele el ver que los demás siguen su vida mientras nosotros estamos empantanados en ese ciclo malo de nuestra vida. Pero si reaccionnamos con rencor y odio, es peor, las cosas se ponen peores y ya es cuando nadie nos ayuda porque no entienden nuestrios histerismos y victimismos absurdos. Además, es una señal de que estamos desbordados cuando actuamos creyéndonos víctimas de todo y contra todo. Y entonces la cosa se complica porque perdemos uniones que son válidas pero con nuestra conducta las perdemos.
viernes, 16 de octubre de 2015
Hay en Radio Nacional un programa de música que se llama Radio 3. Dentro de ese programa musical, hay una hora de 10 a 11 de la noche que se llama "Coordenadas" y en él escuché a un tal Niño de Elche que habla en sus canciones de política. También escuché a Alda Facio, abogada y escritora feminista que dice que las mujeres deberían estar en puestos de toma de decisiones para el bien de la Humanidad. Solo tomando como ejemplo a mi madre podría decir que las mujeres son unas organizadoras fenomenales, dialogantes, consoladoras de todo mal menos las que no saben más que gastar el dinero de sus maridos y esas feministas que quieren matar a los hombres para quedarse solo ellas en el mundo. Luego oí otro asunto: el de la agroindustria, que hace que el mundo esté desnutrido u obeso. La agroindustria actual está fallando como sistema. La comida basura está fallando y parece que lo obvio, esto es, una alimentación saludable que se lleva desde hace siglos, hay que explicarla de nuevo.
Oye y sabrás. Mira y descubrirás. Piensa y actuarás.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Me dispongo a añadir unos renglones más a mi novela. Mi novela no debería tener las aspiraciones de otras novelas como "Crimen y castigo" o "Luz de agosto" de Dostoviesky y de Faulkner respectivamente. Mi novela es de andar por casa, mi novela no cuenta más que cosas volanderas y casuales, tal cual me vinieron a la cabeza. De todos modos, esas dos novelas que he nombrado no las lee ya ni Dios por lo complejas que son y los sentimientos profundos que expresan. La gente de ahora no quiere oír más que de zombis y de crímenes al atardecer. El exito de mis novelas vendrá, si un día viene, por lo de entretenidas que tengan, por lo bien que hagan pasar el rato, por lo original del caso, quizás.
La gente es ya de playa y de nieve y no quiere autoridades que escriban como manda la Academia ni que pongan casos en la narrativa de ejemplaridad ni nada de eso. La gente quiere entretenimiento como querían los romanos en el coliseo, que haya sangre y lucha, acción, nada de reflexión ni de romperse los sesos. Vengan zombis y detectives y marcianos y desatres nucleares. Pues bien, yo de zombis paso. Me arrimo a la historia bien escrita, sea esta de una fregona o de un dependiente de ultramarinos.
"Ponme una canción triste", dice una canción de Paul Simon. "Llévame a los mares del Sur", dice otra canción de otro cantante de aquellos años en que no había guerras tan crueles como las de ahora. Las canciones tristes adornan a un hombre que toma café por las mañanas solo y sin nada que hacer.
Me recorre una amargura parecida al café de las mañanas, una amargura suave, contrarrestrada con el blanco azúcar de un sobrecito, ese sobrecito que aguarda a que yo llegue todas las mañanas y abra ese periódico problema y lo lea y después sienta cómo el mundo puede estallar por cualquier costado y luego me pongo a pasear por la Gran Vía y veo gente de edad considerable y veo la mañana decidirse por ser la misma que ayer.
Ayer por fin escribí dos folios de la novela, me quedé contento y hoy tengo la tarea de continuar.
Han cortado los árboles que se veían desde mi ventana. Ya no los agitará el viento sus ramas haciendo un ruido de mansedumbre.
La vida, algunas veces, es el paso lento de las horas.
martes, 13 de octubre de 2015
Hay veces que veo que la gente saca fotos en un bar, saca fotos en la calle, se tira todo el rato sacando fotos. Luego veo gente que se descarga películas de todo tipo, películas que no va a ver nunca, almacena y almacena en su ordenador miles de películas y luego no las ve. Veo gente que se compra un aparato muy moderno, que tiene un montón de prestaciones, de botones, de avances técnicos de todo tipo y veo que esa gente es un desastre.
Deberíamos empezar por nosotros mismos, ser unas correctas personas antes de digitalizarnos o modernizarnos del modo que sea. La gente, por lo general, es gilipollas y es muy fácil de engañar. La engañaron con hipotecas basura, la engañarán con aparatos que no necesita y la seguirán engañando porque lo que la gente necesita es un poco de formación humana, saber estar en el mundo. Saber estar en el mundo o en un bar es muy difícil porque exige unos conocimientos mínimos que la gente no suele tener.
Siento decir que ese estado de saber estar se adquiere leyendo libros que hablan de eso precisamente, de cómo debe ser una persona que se precie de ser persona. Hay mucha gente que viaja mucho, compra muchas cosas y es gilipollas con todas las letras. Porque nunca se ha leído un libro.
Como yo estudié en el Bachillerato, había antes escritores a los que no les gustaba el mundo que les tocó vivir. Yo, desde que he cumplido una serie de años, el mundo se ha vuelto de otro modo menos simpático, digamos. Los escritores a los que no les gustaba el mundo en que vivían, lo transformaban con su propia literatura, su literatura era un arma con la que luchar contra la fealdad del mundo. En aquella época, la literatura no era un negocio de masas, los escritores y poetas no aspiraban a crear un best seller. La literatura era una forma de vida, como describe Valle Inclán en "Luces de Bohemia". La literatura no daba riqueza pero sí un nombre y una forma de ser en el mundo, no como ahora, que los escritores se pliegan a una forma de escribir x para ganar dinero, se pliegan al capital, al negocio. Los escritores se convierten en negociantes y quizás así sí les guste el mundo que los acoge como héroes de decir cosas, de contar disparates llamativos.
Lo que es por mí, ya he dicho: la vida ya no es igual de atractiva que en mis irreflexivos y felices años en que yo jugaba al fútbol, estudiaba cosas interesantes, tenía un montón de amigos, era feliz. La edad lo trastoca todo: esta edad no me gusta. Mi cuarentena ha sido penosa. Y escribo para que la vida sea más bonita, me meto en mundos que aunque no sean comerciales, me gustan a mí. La vida para en seco la irrreflexión algún día.
Según pasan los años, parece que la vida nos arrrincona y nos sitúa en una soledad inexorable. Aquellos amigos de juventud se olvidan, acaban, no se los ve. Es muy difícil hacer amigos nuevos a una cierta edad. El círculo en el que nos movemos a partir de los cuarenta años es breve, difuso y descorazonador. Es como si se te cansara la vista de ver siempre la misma gente.
La soledad que de cuarentones empieza a asomar en lontananza ya es para siempre, casi hasta que te mueres pues ya no vas a hacer muchos amigos que se diga y el que los tiene, son amigos de pacotilla, de tomar un cubata.
La soledad debe ser tomada entonces como un patrimonio del que disfrutar sin compañías molestas que no hacían más que meter ruido alrededor. Si tienes mujer e hijos te habitúas a ese paisaje cotidiano ya para siempre y los demás ya no te hacen la falta que te hacían antes.
La soledad viene con la vejez, cuando nos hacemos viejos y ahora viejo es cualquiera que supere los cincuenta pues está muy mitificada la juventud en la cabeza de la gente ignorante por las cargas propagandísticas de los medio de comunicación.
Total, si pasas de una cierta edad, viene la soledad a visitarte.
Hoy he leído en el periódico un articulo sobre la era digital en la que estamos. Se hablaba de la técnica y de lo que opinaban Ortega y Heidegger sobre ella. Yo no sé ni papa de lenguaje filosófico así que no me he enterado de gran cosa ya que los que escriben no lo hacen para el común de los mortales pero yo deduzco de esta etapa virtual en la que vivimos y de adoración a la tecnología que vamos a sustituir una realidad de la que todavía sabíamos poco por otra de la que sabemos nada apenas.
Y esta sustitución es mala para la gente que no se entera ni de una ni de otra realidad. Si en vez de invertir en aparatitos inmundos invirtiéramos en educación y en saber un poco de nuestra propia historia, de nuestro propio lenguaje con el que nos comunicamos, de nuestra vida diaria en la que estamos (algunos) inmersos, adelantaríamos más que dando a los ciudadanos herramientas absurdas que no sabrán usar porque tienen un desconocimiento de todo. En la vida, la ignorancia es una reina que se pasea haciendo mucho ruido.
Ya ha pasado el puente del día del Pilar. Menudo rollo. De aquí se va todo el mundo y siempre nos quedamos los mismos. He pasado un aburrimiento mortal. El aburrimiento te impide hacer cosas y al no hacer cosas, te aburres. Es una pescadilla que se muerde la cola. Encima, cierto malentendido ha provocado tirantez con mi novia. Lo que faltaba. Bueno. A ver si hoy me pongo con la novela de una vez y la voy acabando. La historia de siempre. Al levantarme por la mañana el periquito estaba muy excitado y no paraba de piar. Algo le pasa. Iré a ver si me ha tocado la once y luego leeré algo de "Luz de agosto", que ahora está muy interesante o del libro de Biopsicología. Tengo que enterarme si ya me han matriculado en la uned o no. Menudo rollo la página web de la uned, ahí no hay quién se entienda. Pero bueno. Poco a poco. La verdad es que si me compro los libros, tendré en qué estar ocupado. El periquito sigue erre que erre, venga piar. En fin, qué le vamos a hacer. Que píe.
La vida es el paso de las horas.
lunes, 12 de octubre de 2015
Hay en España, y supongo que en el mundo, gente iconoclasta o que no le gusta el pasado común de la gente. No les gusta la Virgen del Pilar, las iglesias ni la tumba de Franco, al que fusilarían después de muerto, ni las rosquillas de San Isidro, etc. Pero son estos que quieren romper con el pasado los que se abrazan con fuerza al comunismo, al anarquismo y enarbolan la hoz y el martillo o la bandera de la CNT. Como si eso no perteneciera a un pasado igual de rancio que el otro. Lo que pasa es que es su pasado, es el pasado de donde vienen ellos y ese pasado quieren hacérselo tragar a los demás. Quitan los crucifijos y ponen a Marx de capirote, ese Marx que condujo a ese comunismo de mierda en Rusia y en Cuba.
Y lo llaman utopía, como si la utopía tuviera algo que ver con el socialismo rancio del XIX o con el anarquismo de bombas y asesinatos a cargos públicos, terrorista, que hubo en el XIX. Y a eso lo llaman utopía y defienden que hay que ser solidarios con el que sufre por la acción directa. Y esa gentuza quiere quitar a Dios y poner el de la utopía, otro Dios. Y vengan dioses para confundir a la gente y quítete tú que me pongo yo, la misma mierda.
Si te hablan de solidaridad, que empiecen dando.
domingo, 11 de octubre de 2015
Ayer, sábado, día 10 de octubre fue el día mundial de la salud mental. Yo fui a una manifestación con ese motivo. Acompañé a mis amigos de la asociación "tú decides" a lo largo del recorrido que fue de Plaza de España a Sol. Éramos muy pocos, unos 100 en total. Yo fui mirando los edificios de la Gran Vía. Vinieron de varias televisiones e hicieron entrevistas. Luego, en la Puerta del Sol, cogió el micrófono un señor y se perdió en una serie de divagaciones que me aburrieron, al igual que a mi hermano Paco. Decidimos irnos. Tomamos una cocacola en la Plaza de Santo Domingo. Parecía que Madrid estaba recobrando el pulso después de la crisis pues mientras subíamos por Preciados, la gente compraba y compraba y miraba productos. Es lo que pasa, que cuando la gente es pobre no hace más que pedir y quejarse y cuando es rica no se acuerda ni de su padre ni de su madre. La gente no tiene término medio. La gente es gilipollas.
No siempre se pierde la dignidad cuando uno es pobre pero sí cuando se es rico.
viernes, 9 de octubre de 2015
Tengo por lo menos veinte historias empezadas pero no tengo ganas o fuerzas para continuarlas. Decían los antiguos que había que tener a todas las Musas encinta y que no debía pasar ningún día sin escribir una línea pero mi alma perezosa no se pone a cubrir Musas ni a trazar líneas.
Me tumbo después de comer, como me tumbaba en verano, pero ahora noto que la noche viene más presta y no me siento bien tumbado. Me recorre una inquietud que no es productiva pues esa inquietud no me pone delante del ordenador a escribir historias.
Escribir historias tiene mucho de voluntad pues, ¿a quién interesa crear algo que no está en el mundo, que surge de la imaginación y que necesita de mucha sintaxis, vocabulario, noción del párrafo y otras exquisiteces narrativas y gramaticales más para llevarse a cabo? Da miedo pensar en pensar una historia.
De todos modos, me voy a poner con alguna historia a ver si es del gusto de mi carácter narrador y la puedo continuar aunque sea malamente.
Si no te sale a la primera, habrá unas cuantas otras.
Todo pasa, pasa el verano, pasan los días de nervios, pasa la hora de comer y se vuelve a la normalidad, una normalidad relativa pues en la vida del hombre no hay cosa totalmente normal. Siempre hay cosas para que esa normalidad se resienta, incluida el propio carácter de ese hombre o esa mujer. Se llega el viernes, se llega el sábado y parece que el hombre o la mujer se pierden en ríos de gente que los hacen parecer normales o por lo menos, homogéneos en su vulgaridad o su modo de vida o su carácter o digamos que su crácter se diluye en un no carácter de la masa. La gente compra, visita lugares donde hay cuadros, holla las aceras para hacerlas numerosas y el hombre y la mujer no saben que entran en una horda sin carácter alguno, en una compacta masa de gentes sin ningún tipo de individualidad. Todo es atrabiliario y torpe, todo se compra y se vende en comercios pasajeros.
Pero la idea es que yo tengo que decir que no a una costumbre, la costumbre de andar siempre de la misma forma y no tener tiempo para mí. La vida da muchas vueltas pero hay que saber en qué vuelta estas tú.
jueves, 8 de octubre de 2015
Cuando estoy mal, busco hostilidades pueriles allí donde no debería haberlas y me enredo en odios pequeños y absurdos, en manías por determinadas cosas o personas y lo paso aún peor. "Me encabrono", como me decía un médico y las cosas van encenagándose hasta que se me pasa el mal humor. Hay en las cosas y personas que me rodean un punto que fomenta esa hostilidad porque yo creo que no es gratuita del todo, no me la invento sino que ciertas actitudes de cierta gente que me rodea provocan ese malestar y acritud en mis valoraciones. Lo que pasa es que el comportamiento de esas personas me afectan en mi vida pues las tengo cercanas y me comparo con ellas o las juzgo de manera malévola y así, yo lo paso mal. De la incorrrección de ciertas posturas hacia mí, yo empiezo a hacer un ovillo de malas impresiones sobre ellas y acabo teniendo una postura crítica que me hace mal. No me gusta que haya gente que me oculte su vida y luego quiera saber de la mía, no me gustan ciertas posturas arrogantes sin causa definida, no me gusta que me juzguen o que quieran estar por encima de mí los que no hacen nada o no lo han hecho para estarlo. Me molestan los tontos fatuos, los chulos, los que van de misteriosos, los que callan y se dan tono, etc.
No busques bronca con las personas que te molestan. Es peor.
miércoles, 7 de octubre de 2015
Me estoy leyendo "Luz de agosto" de William Faulkner. Había oído decir que este autor es tan grande como Dostoviesky o cualquiera de los novelistas clásicos y como tal, es muy exigente con el lector. Para contar cualquier cosa se regodea en quisquillosas zonas del alma o de la psicología del personaje. Es un pequeña tortura leerlo pero voy a ver si la acabo a ver qué conclusión saco. Voy por la página 200 o así y la novela tiene 477 páginas. Voy bien pero no estoy para pequeñas torturas. Ya me siento mejor de mis pesadillas y de mi mal humor mañanero. La mañana ha ido avanzando, el cocido se ha ido cociendo y yo estoy mejor. El análisis que hace el amigo Falulkner del personaje es como para saber hasta lo que sentía cuando meaba una noche de verano, en fin. La historia va de una mujer que sale al encuentro de uno que la ha dejado preñada pero es tan denso lo que cuenta que me asusto en los renglones.
Si un escritor es pesado, da igual que sea bueno.
Llevo unos días malos, en que duermo mal por culpa de un ligero insomnio o unas pesadillas. Quizás se deba a que tengo cosas por hacer que no hago y eso no me gusta. Tengo que acabar la novela, enterarme de lo de la Uned, estar pendiente de la novela que he mandado a las editoriales, etc. Pero dentro de todo esto que tengo por hacer, también estoy un poco estresado con el asunto del padre de mi novia, que tiene un cáncer de próstata y pasea todos los días y hay que acompañar a mi novia y a su padre todos los días, lo que me asfixia un poco la libertad que yo pudiera tener de andar para allá o para acá. Ayer estaba yo tan a gusto en la asociación con mis amigos cuando me llamó mi novia: "estoy en Gran Vía, estoy en Gran Vía" y allá que fui corriendo sin pensarlo dos veces, como si fuera una obligación para mí. Y eso no es bueno, andar con prisas, andar obligado para luego pasarme la tarde en una farmacia comprando medicinas. Es todo un poco absurdo.
La vida es una obligación y la más importante, la de estar vivo.
Esta noche he tenido una pesadilla: yo iba con mi hermano en un coche y perdía el control del mismo, se aceleraba y le perdíamos de vista. Sorprendentemente, nos quedamos mi hermano y yo a pie y vamos a una especie de gasolinera donde se había perdido el coche. Luego, se suicida un sobrino mío tirándose por la pared. Curiosamente, mi sobrino es pequeño en el sueño, cuando en la realidad es ya mayor. Luego entran en la gasolinera unos señores que empiezan a hacer cosas raras y nos nos atienden y yo pregunto: ¿son uds sordomudos? Y luego ya mi hermano me quiere dar besos y yo le golpeo. La situación es tan absurda y delirante y angustiante que me he despertado. Luego he fumado un cigarrillo y por la mañana, cuando me he despertado, lo he hecho de muy mal humor, sin ganas de hacer nada. Pero tenía que hacer un cocido y me he puesto manos a la obra. Pero el cocido no tiene ni jamón ni huesos que le den sabor. He puesto la olla y la he tapado para que el cocido se haga antes y aquí estoy malhumorado y triste por haber soñado un rollo que no veas de pesado y angustiante.
Las amas de casa tienen malos días, pero han de hacer de comer.
martes, 6 de octubre de 2015
El otro día fui a la asociación "tú decides" porque hablaba un periodista que trata en la radio temas de enfermedades mentales. El hombre se explicó muy bien y estuvo muy animado el coloquio que tuvo lugar. Hablaba el hombre a la pata la llana y es forma esta de hablar que a lo mejor puede ofender a almas sensibles o cursileras pero es la mejor forma de poner los puntos sobre las íes y darnos a entender que si no hablamos claro sobre la propia enfermedad, todo se vuelve un lío y nadie nos entiende. Yo le pregunté que por qué ahora hay tantos términos para llamar a la enfermedad: unos dicen trastorno, otros dicen discapacidad y otros no quieren oír de nombres de ninguna clase y dicen que "somos personas". Personas somos todos pero precisamente todos estábamos allí porque sufríamos una enfermedad del cerebro y por lo tanto, éramos todos enfermos mentales, que es el término que a mí me gusta decir.
A mí me fastidian esas personas, sean enfermos o no, que al oír la palabra "enfermo mental" dicen: yo no lo soy o eso no se dice, somos personas. Si ya lo sé que somos personas pero nos marca la enfermedad en muchos aspectos y por eso se debe decir que somos enfermos mentales, a mi entender.
Somos personas, sí, pero cada una con su historial debajo del hombro.
Me temo que ya barrunto el cambio de hora. El año pasado hablaron los políticos del uso horario de España y dieron un dato que yo no sabía: Franco puso el huso horario de Alemania en España por simpatía con el Fuhrer. Otra necedad del estúpìdo dictador. A propósito: ¿Por qué todos los dictadores tienen ideas estúpidas cada cuarto de hora? Será porque no les llevan nunca la contraria. El caso es que ya tiemblo que a las seis de la tarde sea de noche hasta la hora de dormir. Cosa injusta después de haber tenido horas de luz hasta las diez de la noche. Yo no sé a qué se debe este fenómeno nefasto del cambio de hora pero a mí me fastidia anímicamente de manera brutal.
Ni quiero tanta luz en verano ni que me la recorten ahora a mediados de octubre. Me da asco. No lo puedo soportar. Este tiempo gris sin lluvia verdadera, este mortecino ambiente que hay en las casas, este deambular de un lado a otro sin precisión alguna y este acabamiento de las horas me tiene ya un poco nervioso.
Pero bueno, dice el refrán que al mal tiempo, buena cara y yo intentaré ponerla mal que me cueste.
No te roban solo dinero.
Por fin, ayer, llovió a gusto, con ganas, a eso de la diez, cuando me despedía de mi novia y me vine a casa. Ese rumor de agua inédito durante meses, me devolvió a épocas pasadas, me llenó de satisfacción en lo que duró. Por fin llueve más de diez minutos seguidos. La tierra habrá acogido el agua como una bendición.
Pero hoy ha vuelto a clarear el cielo, como una venganza de lo que ocurrió ayer, como si el cielo dijera: tomad sequía y seguid con la racanería del azul que no da nada. Ayer, en una tregua que hubo en el cielo, a eso de las tres de la tarde, me fui a comprar. Quizás la vida se trate de aprovechar esas treguas que da el cielo, que da Dios a los mortales para que podamos hacer nuestra voluntad y no la de Él, que nos tiene un poco atemorizados con tantas guerras, dramas, confusión que llega de lo alto. El mundo se va al infierno por correo urgente, decía el borracho de la pensión sin saber que que se estaba cumpliendo su delirio de borrachera nocturna.
Lo triste es que vuelve esta sequedad inmunda a hacernos vivir una vida de carencia afectiva con las nubes que solo sobrevuelan nuestras cabezas inútilmente.
El agua debe ser querida, venga de donde venga, si no es con atropello.
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