Las mujeres son inconstantes y caprichosas. Parece que así las educa la sociedad. Puede haber hombres así también porque así les han educado pero suele coincidir en el sexo femenino el hecho de mostrarse veleidosas e incomprensibles.
Lo que hay que hacer ante una demostración de inconsciencia por parte de una mujer, es mantenerse firme en tus decisiones para que ella vea que tú no eres veleidoso como ella y no te pliegas a sus antojos.
Hoy en día, con los casos de violencia hacia las mujeres que se dan todos los días, parece mal referirse a las mujeres en tono crítico pues da la sensación que todo lo malo lo hace el hombre y la mujer lo soporta todo. Pero se dan muchos casos en la relación de parejas, tantos casos como parejas hay en el mundo y es inconcebible pensar que siempre se porta mal el hombre con la mujer.
El caso es que hay mujeres que en un momento dicen sí y dentro de un poco dicen no y al hombre le tienen pendiente de sus estúpidos deseos cambiantes. El hombre, ante esta especie de juego, debe mantenerse en una postura concreta y no ceñirse a los caprichos de esa mujer porque si no acaba loco. Además, debe sufrir que siempre tenga la culpa él aunque la que crea el lío es ella con sus indecisiones.
Perdona una vez pero no tres.
Perdona una vez pero no tres.
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