Nadie sabe quién muere y quién vive. Vivimos ajenos a lo que sucede aunque leamos con detenimiento el periódico o diez periódicos.
Los de arriba no te van a contar a ti ni a nadie por qué hacen las cosas. Los designios de los que mandan son muchas veces secretos e intrincados.
Además, lo que viene en los periódicos no es ni un uno por cien de lo que pasa y para hacernos idea de lo que pasa realmente, casi habría que vivirlo y nuestra vida es espacial y temporalmente, breve y limitada.
Como de teoría no se puede vivir, ya que toda teoría, para que quede comprobada, ha de pasar a la práctica, con la teoría explicamos más bien poco y con la opinión, aun menos.
Nos dimos cuenta tarde de cómo derivó el comunismo en Europa; esto es, en la URSS. Quizás poca gente se dio cuenta de lo que significó el Thacherismo. Estamos digiriendo lo que hizo Bush hijo.
No sabemos nada. Es mejor hacer el bien sin saber a quién.
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