Si en tu propia familia hay seres que te amargan la vida, qué asco. Pero no lo puedes evitar y tienes que vivir con ello. Unas veces hay que pretender ser diplomático y no entrar en confrontaciones; otras, te rebajan tanto tu dignidad, que tienes que responder pero si no tienes posibles o ganas para marcharte de casa, la respuesta debe ser también atemperada.
No puedes más que soportar a esos seres que, si no es gravísima la afrenta que te hacen, lo soportas todo de ellos.
Y sabes que tú tienes razón, que tú te portas bien con ellos y no recibes más que sinsabores y abusos por parte de ellos. Pero, ¿a dónde vas? Si no has encontrado una mujer o un hombre con el que irte de casa y hacer tu vida, como hace todo el mundo (aunque no a todo el mundo le sale bien esa jugada) y si además está todo tan imposible que tampoco te puedes ir ni tu solo ni con nadie y debes seguir aguantando ese trato infame por parte de quien en teoría mejor te debería de querer. Es toda una tragedia y dan ganas de pegarse un tiro. La independencia personal a veces no es tan fácil de conseguir porque hay familiares que hacen lo posible para que no disfrutes de ella. Hay que hacer componendas pues.
No hay comentarios:
Publicar un comentario