En casa del padre, una hija quiere controlar a su hermano en lo que gana y en lo que le conviene, según ella. Tiene la ayuda de su marido, el yernísimo, que sabe mucho de cuentas y de impuestos y de todo lo que el cuñado debe saber.
En un momento del debate sobre el hermano-cuñado, el yernísimo dice:
-Busca tus nóminas que vamos a ver qué te retienen del IRPF.
El hermano va a buscar sus nóminas a un cajón de su habitación y las lleva al comedor, donde el yernísimo va a dictar una sentencia.
El hermano oye las cosas que tiene que decir el yernísimo sobre su trabajo, sobre lo que gana, sobre lo que tiene que decir a su jefe en el trabajo pero el yernísimo jamás ha dicho una palabra de lo que gana, de lo que hace en su trabajo, de nada de nada.
El hermano-cuñado ya ha oído demasiado y se va a dar una vuelta. No se da cuenta de que su hermana y su cuñado son peligrosos porque se meten donde no les llaman sin parar en barras, como dos bestias. Su hermana y su cuñado quieren arreglar la vida a los demás, sin contar con los demás.
Todo lo que sabes, no lo digas. Cuidado con quien quiere arreglarte la vida.
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