No vendrá nadie de la familia a verme. Es así de triste. Muy lejos de todos. Todos muy lejos de mí. La pena se come a solas en este piso tan grande. No confío en el canto de la alondra. Poco es lo que tengo en cuanto a afectos duraderos. Una voz antigua ayer me dijo que pasara más tiempo con mi hermano. Era una voz buena y amable. Rocas cansadas y bultos deformes van llenando el vacío. Se cierne lo inmediato: esta casa sola y gris. No me funciona la máquina de afeitar. Todo por hacer, todo por salirme bien. Oí todos los cantos de sirena que había a mi alrededor. Hora es de oír al que tengo al lado. Un baño caliente, unos escritos, unos dolores del alma, un sabor a soledad. No pasará mucho tiempo sin él. No todo es tan doloroso como parece.
Yo extraeré la extraña raíz de la tierra
para que sepas de dónde viene el alma.
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