domingo, 5 de mayo de 2024

 Hay un dolor de vivir cuando caemos en la cuenta de la edad pasada, pero no hay que preocuparse. Este paso del tiempo lo cantaron todos los poetas con Manrique a la cabeza. Cuando las obligaciones nos agobian, hay que cerrar fuerte los puños, mirar al frente a ese futuro que empieza un lunes y decir: puedo con todo, incluso con mis años pasados. La gente habita todo el orbe conocido. Todos envejecen y nosotros, más que todos los habitantes que nos rodean. Pero está el diálogo, la acción, el poderío de nuestro cuerpo y nuestra alma. Di a la vida que sí, que merece la pena vivirla aunque caigan chuzos de punta. Como decía aquel: "estoy de mierda hasta el cuello, pero me siento bien." Yo supongo que los hijos dan muchas alegrías. Yo no tengo hijos pero creo saberlo. Hay cosas que dan alegrías: busquémoslas. No hay nada como que el tiempo pase sin pensar, como un brisilla leve y amiga. Ya me he relajado un poquito más. Sé un poquito la sal y un poquito la arena y te irá bien.

Con su dicción antigua, uno cantaba un poema.

Pasó el tiempo, pasó el poema, pasamos nosotros.

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