Partamos de la base de que nada funciona como tiene que funcionar porque si lo hacemos al revés seguro que se trata de una película de Walt Disney y no de la vida real.
Últimamente, en el mundo actual, te quiere engañar hasta una monjita, la inocencia es patrimonio del siglo pasado y cuanto más cabrón se es, más se triunfa. Porque se acabó la legalidad, las personas legales. Estamos en un nido de buitres y pisamos nidos de serpientes.
Cristo dijo que los seres mundanos saben más que los que los que están pendientes del Cielo, a los que llamó seres de luz. Ahora la gente es de submundo, moralmente hablando. Hay que tener cuidado porque el dinosaurio de Monterrosso nos puede dar una dentellada mientras estamos dormidos y otra cuando despertemos. Qué mundo más cruel al que asistimos. La rapidez en el engaño se mide en dinero; el más duro no es el más bueno como en las películas sino que el más duro es un hijo de puta como un camión. El ojo nunca ve lo que le hiere
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