Al repasar y repasar el tiempo
en que un hombre fue haciéndose cuerdo
tanto insistió en recordar horas pasadas
que poco a poco,
viendo el triste presente al que estaba atado,
se fue volviendo loco.
Decía que los tiempos buenos ya se fueron
y se olvidaba de llenar la olla
de cosas buenas para su sustento.
Tanto pensó y tanta memoria hizo
de lo que no tenía porque ya pasó
que se quedó sin nada, aunque poco era lo que él tenía.
Se quedó con sus recuerdos
en medio de la calle
a ver si alguien le prestaba atención
pero nadie escucha lamentos
de lo que pudo haber sido y nunca ocurrió.
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