quizás toda la humanidad
sobraría en él.
It´s a wonderfull world, decía el trompetista.
Y flores y nubes y moscas volaban en el cielo.
Mientras enormes matanzas de gente
surgían en el horizonte gris de las guerras.
¿Y por qué pasaba eso? se preguntaba el profesor.
Claro. Las condiciones económicas y sociales, se respondía.
Mientras los estómagos vacíos hacían gárgaras humillantes.
Y no todo era bonito.
Y el mundo maravilloso sólo lo veían los corazones privilegiados.
Y el hombre seguía aplastando la virginidad de los brotes primaverales
que surgían en el mundo.
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